Dayana Alonso Hernández.-
La salud mental se ve afectada a partir de los brotes de Coronavirus porque representa una situación en la que las personas no tienen control y produce inmediatamente miedo, estrés, ansiedad y descontrol en la población mundial, según expertos en psicología.
“El cerebro del ser humano funciona por estructuras y hábitos, cuando algo cambia de golpe se genera automáticamente una desorientación o desorden. Y al mismo tiempo produce confusión, sensación de irrealidad y caos que es lo que vemos en este momento”, explicó María Urra, psicóloga graduada en la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien reside actualmente en Santiago de Chile.
La especialista recalcó que a los seres humanos les gusta tener el control, porque el control genera certidumbre, por lo cual la gestión de la incertidumbre en cualquier aspecto de la vida se hace “difícil”.
Para Gabriela González, estudiante de medicina en la Universidad de Dallas (Estados Unidos) la incertidumbre se crea por la falta de información y cómo la misma es transmitida a la población.
“Los que se dirigen a las personas para hablar del coronavirus son políticos y economistas que no explican detalladamente como podría hacerlo un experto en el área de salud”, manifestó González.
Fabiola Cuevas, psicóloga y fundadora del sitio web “Desansiedad”, aclaró en sus redes sociales lo que implica “la ilusión del control”, que se refiere a la falsa idea de que es posible tener el control de “todo”.
“Es muy importante tomar las riendas de ti mismo y lo que es tu responsabilidad, hacerte cargo de ti, de tus decisiones, pero no puedes tener el control de absolutamente todo lo que sucede, las acciones de los demás, sus pensamientos o sus emociones”, explicó Cuevas.
Con respecto a la ansiedad, María Urra confirmó que la emoción que se encuentra detrás de esta sensación es el miedo. En este caso, el miedo a enfermarse, a perder la libertad y a la crisis económica.
“Estamos viviendo una situación de un poco de confinamiento y esto hace que la persona sienta mucho miedo al no tener control de `quiero salir`, `quiero comprar esto”, afirmó la psicóloga.
La inestabilidad económica tampoco ayuda a las personas que solo piensan en qué pasará a nivel mundial y sus consecuencias. “¿Qué pasará con mi dinero y mis ingresos?”, recalca la psicóloga Urra.
Amaya Alonso, técnica en radiografía y KAM Medios de Contraste en Ajoveco, destacó que se siente “estresada” por su estabilidad económica al estar en un país ajeno al suyo y donde debe cubrir gastos que no puede evadir, como el arrendamiento.
“Yo tengo un sueldo base, pero gano un porcentaje por comisiones de venta, que obviamente no van a venir. Y mi esposo depende de lo que trabaje, él genera lo que trabaja, así que por ahí ya es una entrada menos”, explicó la venezolana que vive en Barranquilla, Colombia.
Explicó que lo que más le preocupada es lo difícil que se hace costear la compra de alimentos y abastecer a su familia desde afuera. Asimismo, el mantenerse económicamente donde no tiene apoyo o quien le “eche una mano”.
“Hasta que el gobierno no tomó las medidas, las empresas tampoco lo hicieron y eso hizo que tuviera que seguir visitando hospitales y clínicas con el temor y miedo de que el virus ya estuviese aquí”, comentó Alonso.
Para la psicóloga la única forma de controlar la ansiedad es aceptar que el miedo está presente y que hay que vivir “un día a la vez”. Sin embargo, destacó que ella está consciente que para algunas personas es difícil regular sus sensaciones.
Urra explicó que las conductas obsesivas y compulsivas de limpieza y compras de productos aleatorios o “innecesarios” en algunas personas son parte del no saber cómo manejar el miedo.
Asimismo, definió como “difícil” la situación por la que pasan muchos de sus pacientes (que atiende vía online), quienes presentan síntomas de ansiedad por procesos personales y que con esta crisis externa se han agudizado.
“La gente suele pensar que no es normal sentirse ansioso, confundido o en un espacio irreal, pero esto es completamente común”, aclaró la especialista.
Recomendó mantener una rutina, como se acostumbra en el trabajo o lugar de estudio, en el espacio físico donde se encuentra aislada cada persona que incluya también horas de ocio o recreación.
“He encontrado calma en mi interior al darme cuenta de que ya estoy haciendo lo mejor que puedo para evitar contagiarme, que ya no puedo hacer nada más y que el desgaste por preocuparme cada cinco minutos era innecesario”, explicó Fabiola Cuevas.
El miedo también llega a las personas que han sido afectadas directa o indirectamente por un caso de contagio.
“Cuando empezó el coronavirus uno lo veía muy lejos, primero en China y luego en Europa pero no piensas que puede tocarte directamente”, afirmó Robiro Terán, hermano de uno de los 100 mil casos de COVID-19 registrados en España.
Gilberto Terán, de 72 años, venezolano residenciado en Madrid junto a su esposa, hijas y nietos, fue hospitalizado el 12 de marzo por una pulmonía. Posteriormente fue aislado por prevención en compañía de su hija menor.
El sábado 14 se le notificó a su familia que estaba infectado por el virus y a partir de este momento los síntomas comenzaron a agravarse. Los médicos determinaron su estado como “crítico”.
“Yo realmente pensé que se iba a morir”, aseguró Terán. Sin embargo, su salud mejoró y ahora solo se encuentra apoyado con suministro de oxígeno.
Robiro Terán definió la situación general como “estresante y muy difícil”, y reiteró que nunca se imaginó que este virus llegaría a estar tan cerca de su familia.
“Hay que tener mucha fortaleza para enfrentar una situación como esta, la incertidumbre y el aislamiento se hace complicado y más al estar lejos de tu familia”, comentó el hermano del paciente.
En vista de la situación mundial, la OMS y la Cruz Roja publicaron una serie de recomendaciones para mantener el bienestar mental que incluye: evitar saturarse de noticias, mantenerse al día solo con información de fuentes oficiales y sostener un estilo de vida saludable (dieta adecuada, descanso, ejercicio físico y contacto con familiares y amigos).
Además, exhortan a pensar en las “competencias y habilidades” personales para afrontar situaciones adversas y buscar la forma de gestionar, saludablemente, las emociones.
Ambas organizaciones insisten en buscar apoyo o ayuda, si es necesario, en personas cercanas y profesionales de salud mental para evitar que el contexto “te desborde”.
El estado de cuarentena o confinamiento podría alargarse, por lo que los especialistas han insistido en mantener la calma y entender que es un proceso pasajero y lo único que se puede hacer por el momento es tomar todas las prevenciones que exigen los entes competentes.
*Dayana Alonsa es estudiante de la Universidad Monteávila
*Fotografía: Cortesía