La pandemia obligó a muchos de estos locales a reinventarse económicamente.
M Márquez / G Guinand/ L De la Cerda
Los concesionarios que operan dentro de la Universidad Monteávila reiniciaron sus actividades este 8 de marzo, marcados por recortes de personal, la búsqueda de vías alternas de negocio y la expectativa de una lenta recuperación económica, producto de los efectos de la pandemia de Covid-19. Estos locales permanecían cerrados desde marzo de 2020.
La cuarentena generó un profundo impacto en estos establecimientos. Jesús Hidalgo y Carlos de Caires, regentes de los locales de comida ‘Oasis’ y “Date Aquí”, respectivamente, indicaron que tuvieron que desprenderse temporalmente de su nómina de empleados. Este último agregó que después del cierre, intentaron seguir pagando los salarios de sus tres empleados, hasta que se volvió “imposible”, en diciembre de 2020.
Durante el tiempo en el que la universidad mantuvo cerradas sus actividades internas, los locales comerciales tuvieron que buscar otras fuentes de ingreso, reinventando sus negocios. Tal es el caso de Odila Martínez, gerente de Centro ReproUMA, papelería de la universidad, quien declara que se dedicaron a imprimir trabajos de grado y enviarlos por delivery.
ílvaro Di Marco, dueño del negocio “El Nacional”, comenzó a dictar un taller de escritura y actualmente tiene un taller de corrección y también da clases de poesía.
Sin embargo, todos afirman que durante el tiempo que estuvieron cerrados, hubo una comunicación “constante y abierta” entre ellos y las autoridades de la universidad, encargados de coordinar este regreso progresivo. “No perdimos en ningún momento la esperanza de que el local no volviese abrir”, indican.
Por último, coinciden en que falta mucho para alcanzar los niveles económicos que poseían previo a la pandemia y que todavía es muy temprano para saber cuándo pueden alcanzar esa recuperación.
Para Carlos de Caires, una futura recuperación está directamente influenciada por el flujo de estudiantes que progresivamente se reintegren. “Básicamente estamos empezando desde cero”, al mismo tiempo que señala que “tendremos que rehacer nuestra clientela”.Â
Di Marco admitió que “es un regreso muy lento y paulatino” y que en años anteriores su comercio estaba lleno de personas, sueña con que eso sea así de nuevo y que vuelvan a comprar sus libros.
Diversificar el menú
Este regreso ha estado marcado por la oferta dada a los umaístas, los concesionarios no cuentan con los mismos productos que ofrecían previo a la pandemia, por ello, los encargados prometieron diversificar su menú en el corto plazo.
“Date aquí”, “Oasis” y “Delicateses Tantín o Tantín Gourmet”, mejor conocido como “Plumrose”, empezaron ofreciendo tan solo una opción de desayuno y una de almuerzo la primera semana de clase.
Valentina Menegatty, responsable de “Date aquí”, indicó que el inicio de esta nueva etapa estuvo lleno de “incertidumbre” por razones como las medidas de bioseguridad impuestas por la universidad, el aforo que esperaban tener y sobre todo en cuanto a las ventas, por lo que ahora en función del panorama prometen “ampliar la oferta de la parte de comida y chucherías”.
En el caso de “Plumrose” buscan “reinventarse y atraer a los estudiantes a través de su menú”, por medio del manejo de un presupuesto inicial adaptado en función al número de ventas que “aumentará con el paso del tiempo y según a la demanda de comida”, según Thais Gómez.
Situación similar viven en “Oasis”, cuyo aforo estuvo inicialmente muy reducido, pero con el pasar de los días y gracias también a la diversificación de su menú lograron atraer a muchos más estudiantes. “Hemos recuperado la vida social en nuestros espacios, lo que aumentó la carga de trabajo”, expresó el encargado Jesús Hidalgo.
Todos los concesionarios sufrieron un golpe duro económicamente con la pandemia, la mayoría a la hora de regresar a la Universidad Monteávila buscaron herramientas para poder reincorporarse y ofrecer sus productos a todo el personal de la institución. No obstante, se mantienen en la lucha para abastecer su negocio.
*M Márquez / G Guinand/ L De la Cerda son estudiantes de la Universidad Monteávila