La ética en el proceso educativo

G Suárez/M Carreño.-

Ética

La ética en el accionar diario de todo ser humano debe estar presente, para que rija un comportamiento ejemplifí­cante e idóneo en la sociedad; en este sentido, es importante resaltar según lo publicado por Vargas, J (2007), acerca de las lecciones de Ética impartidas por  Edmund Husserl,  las cuales se caracterizan por ser una doctrina universal de los valores basada en una axiologí­a formal, cuya principal base es la resolución del sujeto radical y evolutivo por una vida consagrada a la responsabilidad y al amor. (Husserl, ob.cit p. 38).

Por esta razón, la ética la entendió Husserl, en este periodo de su existencia, como una reflexión en la que muestra al ser humano una forma de vida racional en la que debe esforzarse cada dí­a si quiere llegar a ser idóneo. Así­ pues, la exigencia moral del hombre como sujeto racional, está en participar activamente en la toma de decisiones que a nivel práctico pueda  contribuir a cambiar el mundo circundante en el contexto donde se encuentra inmerso.

En este sentido, todo proceso educativo tiene un para qué explí­cito e implí­cito; es decir, se realiza con una finalidad; aunque los resultados no siempre han respondido a las necesidades de la humanidad;  por ejemplo, existen casos en la historia de la civilización, donde los problemas que atraviesa son generados por personas académicamente muy instruidas, pero carentes de valores éticos; por lo tanto, es fundamental formar al estudiante aspirando tener a un futuro ciudadano idóneo para una sociedad ejemplar, donde prevalezca una vida consagrada a la responsabilidad y al amor.

Es importante señalar, que el continuo perfeccionamiento del proceso educativo está encaminado a mejorar el accionar diario del ser humano, en relación con la adquisición de conocimientos desde temprana edad por parte del estudiante; que dé respuestas a las necesidades propias de cada época y al contexto social en el que está inmerso; para una convivencia justa, armónica y solidaria. Por lo cual, es adecuado desarrollar la ética de forma transversal con los contenidos educativos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, promoviendo así­ la adquisición de una educación integral, necesaria para ponerlos en práctica en la cotidianidad.

 Asimismo, la educación en el ámbito escolar, en relación con los valores éticos, comienza en la escuela como formadora y en la persona del docente, encaminados a formar una cultura escolar para la construcción de una sociedad y convivencia ciudadana responsable de su accionar.

Finalmente, la práctica vivencial y cotidiana de todo ser humano es la manifestación de sus acciones; por lo tanto, de ahí­ radica la importancia de una formación asociada a la educación en valores éticos; también es imprescindible que en el proceso educativo, el docente enseñe con el ejemplo y considere la esencia del ser, para que el estudiante pueda asumir y apropiarse con conciencia reflexiva de ese aprendizaje; los cuales serán el reflejo en la conducta y expresión de la cultura de la sociedad que se aspira tener.

Gloria de Jesús Suárez es profesora de la Universidad Monteávila

*Mariangne Carreño es coordinadora de la Escuela Nacional de Caraballeda

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