No es cambio, es  evolución

Willmar Tarazona.-

cambio

Son tiempos de cambio. Sin duda. Semejantes en su esencia a lo vivido a finales de los 80 y principios de los 90. No solo en las formas de comunicar – impactados por el poder de la tecnologí­a – sino en las formas de pensar, en cómo se estructuran los pensamientos y cómo se ejecutan las tareas del dí­a a dí­a. Y los comunicadores sociales, conscientes o no, estamos totalmente expuestos a ese tsunami que representan las plataformas digitales para hacer periodismo responsable.

El llamado “periodismo ciudadano” no es poca cosa. Ha movido los cimientos de la práctica del periodismo convencional, estableciendo nuevos retos para los comunicadores de profesión, exponencialmente cada vez más complejos ante la infoxicación, el aumento indetenible de la competencia y los fake news.

Tal vez el mayor aporte de esta práctica no profesional es que despertó en muchos la idea de la independencia – del periodista freelance -, ese que no responde a los intereses de los grandes medios, sino a las necesidades del pueblo llano de estar informado. ¡Y vaya que es realmente retador!

El ecosistema digital abrió las puertas para el teletrabajo en el periodismo, pero tiene sus riesgos. (Imagen Getty Image)

Hoy, y en el futuro, los comunicadores se han convertido en embajadores de sus propios talentos y son cada vez más responsables de la proyección de su reputación profesional, sin excusas, sin terceros.

Por ello, cuidar cada detalle, desde la redacción, pasando por el comportamiento social visible en redes sociales, hasta la generación de contenidos multiplataforma de valor y con calidad es absolutamente imperativo e impostergable.

A estas alturas no dominar a plenitud las herramientas digitales, comprender la lógica de cada una, y aprovecharla en favor de las audiencias es un lujo que no puede darse un comunicador social, sea cual sea su área de trabajo. El que aún ahora mira a otra parte, cuando le hablan de WordPress, SEO o edición lineal de ví­deos, está construyendo su propio Muro de Berlí­n.

Y como ocurrió en 1989, con la caí­da de la Cortina de Hierro, las nuevas ideas están en el ambiente, en la mente de personas, en sus consciencias. Porque no son solo cambios circunstanciales, es evolución.

*Willmar Tarazona es coordinador de la especialización de Periodismo Digital de la Universidad Monteávila

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