The Joker: Su origen adornado con comedia negra

Christian Hauer.-

The Joker es una pelí­cula del 2019 dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix. Narra la historia de Arthur Fleck, un comediante marginado por la sociedad y la cadena de eventos y circunstancias que llevan a la creación de la persona o la idea de “el Guasón”.

La historia presenta a un personaje roto, en el punto del colapso, está cansado de la sociedad, que quizás cómicamente lo aplasta y su salud mental no ayuda a la situación. Arthur se rí­e inconscientemente, se rí­e en los momentos menos indicados. Esto más allá de lo superficial de verlo como una enfermedad, se siente acertadamente cí­nica.

Arthur se rí­e, se rí­e del estado de la sociedad, se rí­e de las injusticias, si fuera una comedia regular el personaje harí­a un comentario sarcástico al respecto. En cierta forma la cinta se siente más como una comedia negra que un drama, en el mejor sentido posible considerando la temática centrada en la comedia que se lleva a lo largo de ella. Esto puede ser reinterpretado como la cinta transmitiendo un mensaje anti sociedad, quizás por esto el ambiente es hostil pero de forma caricaturesca, sin embargo esta pérdida de realismo afecta la complejidad de la narrativa, la simplifica.

En cuanto a emociones la pelí­cula realiza un buen trabajo justificando las acciones del personaje, normalmente estas ideas que surgen en el protagonista deben ser confrontadas de alguna forma, pero en este caso se crea una situación en la cual el protagonista construye una idea que al no ser opuesta, sino más bien apoyada, lleva a un pensamiento radical. Lo más entretenido de esto siendo la idea de que cada acto que ocurre en base a esta ideologí­a causa un sentimiento de aprecio en Arthur. Es un buen ejemplo de cómo una mentalidad de muchedumbre y cí­rculos de retroalimentación pueden radicalizar a un individuo.

La dirección fue muy bien llevada, los encuadres causan un cierto nivel de tranquilidad seguido por tensión.  El uso de colores fue muy competente, tendiendo hacia amarillos y verdes por gran parte de esta, estos colores siendo particularmente buenos generando una sensación de desconexión al mundo, presentes con prominencia en cintas como The Matrix y Fight Club. La sangre en la cinta no fue bien ejecutada y elimina casi completamente la tensión de las escenas donde aparece.

Debe tomarse en cuenta que esta cinta está dentro de un universo de DC y por ello está atada a una futura pelí­cula de Batman, tomando esto en cuenta, también realiza un buen trabajo de establecimiento de setting para esas cintas, y deja una mejor expectativa de lo que puede llegar a ser esta nueva saga si mantienen este nivel de calidad y seriedad ante el cine.

* Christian Hauer es estudiante de la Universidad Monteávila

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