Chistrian Hauer.-
Este año los Oscars tuvieron lugar en el Dolby Theatre de Hollywood y sin animadores, por primera vez en décadas. Fue una celebración cargada con discursos de inclusión social y calificada por muchos de aburrida que se extendió por un poco más de tres horas.
Para sorpresa de la opinión popular Green Book obtuvo el premio a mejor película y Mahershala Ali mejor actor de soporte por su participación en la cinta.
En relación con la gran sorpresa de la noche, el cineasta y profesor universitario, Sergio Monsalve, compartió por sus redes sociales sus impresiones sobre esta premiación, al señalar: “La peor cinta desde Crash en obtener el galardón de la Academia”.
“Green Book es una comedia edulcorada y condescendiente. No más. Su triunfo es producto de la dispersión del voto al final de la temporada y consecuencia del miedo a votar por cintas más retadoras en lo formal y conceptual. Clásico del Hollywood progre”, indicó Monsalve, quien no dudó en afirmar que el resultado final fue producto a que la Academia le tuvo miedo a Netflix. “Vaya cierre anticlimático”.
Roma alcanzó tres premios: mejor película de habla extranjera, mejor cinematografía y mejor director.
El director mexicano Alfonso Cuarón agradeció a Yalitza Aparicio y a Marina de Tavira, sus actrices, y pagó tributos a los trabajadores domésticos del mundo.
“Quiero agradecer a la Academia por reconocer a una película centrada alrededor de una mujer indígena, una de los 70 millones de trabajadores en el mundo sin derechos de trabajo, un personaje que ha sido históricamente enviado al fondo en el cine. Como artistas nuestro trabajo es ver donde los demás no lo hacen. Esta responsabilidad se vuelve más importante en tiempos cuando se nos alienta a mirar a otro lado”, afirmó.
Remi malek ganó la categoría de mejor actor por Bohemian Rhapsody, era el gran favorito de la noche. En su discurso habló sobre el deseo de ver inclusión y representación en el cine.
“Hicimos una película sobre un hombre gay, un inmigrante, quien vivió su viva siendo el mismo y el hecho de que esté celebrando su historia con todos ustedes, es prueba de que deseamos historias como estas”, indicó.
Olivia Colman obtuvo mejor actriz por The Favourite, se disculpó con las demás candidatas, saludó a su familia y a sus niños, deseando que la estuviesen viendo porque esto “no va a pasar de nuevo” y agradeció a los escritores de la cinta.
“Glenn Close, has sido mi ídolo por tanto tiempo y no es así como quería que fuera”, se disculpó la ganadora.
BlacKkKlansman ganó mejor guion adaptado y en su discurso el director, Spike Lee celebró la cultura afroamericana y realizó un llamado a acción respecto a las elecciones del 2020.
“Las elecciones del 2020 están a la vuelta de la esquina. Vamos a movilizarnos. Vamos a estar en el buen lado de la historia. Tomar la decisión moral entre amor y odio. ¡Hagamos lo correcto! Saben que tenía que poner eso aquí”, afirmó el controvertido director, quien no dudó en cuestionar el Oscar a Green Book al afirmar que fue la elección equivocada.
Y así se desarrolló la 91 edición de estos premios, en la que siete profesionales de raza negra recibieron un premio Oscar, hito en la historia de la premiación, catalogada por algunos expertos como excesivamente política, característica que sobresaltó con la premiación de Green Book por encima de la aplaudida Roma, de Netflix.
“El Oscar tuvo un desarrollo desigual. El premio a mejor película será harto discutido. Cada cinta nominada se llevó algún reconocimiento. Fue un reparto populista. No hubo verdadero riesgo al final, solo la necesidad de complacer al progresismo autoindulgente de Hollywood”, recalcó Monsalve sobre la noche más esperada del espectáculo.
*Christian Hauer es estudiante de la Univerisdad Monteávila