Yanuacelis Aure.-
Francia enfrenta su 13er sábado de protestas. Hoy, el punto central de los llamados “chalecos amarillos” fue en las inmediaciones de la Asamblea Nacional, donde un manifestante perdió una mano al estallarle una bomba lacrimógena en la mano. El hombre agarró el artefacto para devolvérselo a las autoridades.
El ministerio de Interior, según recogen medios europeos, contabilizan más de 12 mil manifestantes en todo el país, cuatro mil de ellos en París. Reivindicaciones sociales son las principales exigencias de los que consuetudinariamente han tomado las calles los fines de semana desde el mes de noviembre.
Según medios europeos el movimiento de los «chalecos amarillos» nació en pocas semanas al margen de los sindicatos y los partidos políticos y su detonante fue el alza de los precios de los carburantes. Su nombre hace referencia a las prendas fosforescentes que debe utilizar todo automovilista en Francia en caso de incidente en una carretera para tener mayor visibilidad.
Este movimiento está respaldado principalmente por la gente que vive en la periferia, provincias o zonas rurales. En poco tiempo amplió sus exigencias, la política tributaria del gobierno de Emmanuel Macron también es cuestionada.
El detonante de la protesta fue el aumento del precio de la gasolina de 3,9 céntimos de euro más y 7,6 céntimos en el caso del diésel. Ante las presiones, semanas después, el gobierno francés levantó esta medida.
En un principio se defendió el aumento diciendo que buscaba “modificar los hábitos” al intentar que los franceses dejaran de usar combustibles fósiles, “lo cual nunca es sencillo”, reconoció el propio Macron. En ese momento reiteró su promesa de subsidios para que familias de menores ingresos compren autos más limpios o medios de calefacción del hogar menos contaminantes. Sin embargo, los argumentos y promesas no han servido para calmar las calles francesas.
Ante el clamor de los franceses el gobierno intentó entablar un diálogo con el movimiento de los “chalecos amarillos”. «El gobierno está listo para el diálogo y lo está demostrando porque este aumento de impuestos ha sido eliminado de la ley de presupuesto para 2019», aseguró el primer ministro francés Édouard Philippe, hace más de un mes.
Otra de las medidas anunciadas por las autoridades fue el aumento del salario mínimo a 100 euros mensuales y el reconocimiento de Macron: «No he sabido dar una respuesta rápida”. También se anunció el pago de las horas extra y de las primas de final de año exentas de impuestos y la anulación de la subida impositiva prevista para el próximo año para los pensionistas que cobren menos de 2.000 euros mensuales.
Sin embargo, estas declaraciones del mandatario francés no fueron suficientes para apaciguar a “los chalecos amarillos”, debido a que una parte de estos exige un sistema basado en consultas populares y piden acabar con los privilegios de los políticos, así como la dimisión de Macron.
De acuerdo con el medio, Europa Press, el ministro del Interior, Christophe Castaner ha criticado a los manifestantes que «quieren seguir bloqueando la vida económica» y ha advertido de que tienen «una responsabilidad muy grave». El ministro ha instado a las fuerzas de seguridad a «velar por la buena circulación» en todas las zonas de Francia.
«Hay un noveno muerto, esta mañana en Agen (departamento de Lot y Garona), un ‘chaleco amarillo’ que se manifestaba fuera del protocolo de seguridad», ha informado Castaner. «Todo esto debe parar», ha añadido Castaner, que ha defendido la «voluntad de diálogo» del Ejecutivo.
La violencia de las protestas francesas ha ido aumentando con el pasar de los días, debido a que de acuerdo con un balance realizado por el ministerio francés del Interior han resultado heridas un total de 2.891 personas, de los cuales 1.843 eran “civiles” y los otros 1.048 restantes eran agentes de varios cuerpos de las fuerzas del orden. Mientras que la mayoría de muertos resultaron de accidentes vehiculares durante bloqueos carreteros realizados por los manifestantes.
Además de la cantidad de heridos, hay alrededor de 1.300 personas arrestadas, debido a que muchos han realizado actos vandálicos a monumentos franceses como el Arco del Triunfo o los bustos del rey Luis Felipe y de Bonaparte, de acuerdo con el presidente del Centro de Monumentos Nacionales, Philippe Bélaval, los daños causados por “los chalecos amarillos” se estiman en “varios centenares de miles de euros o incluso un millón”.
*Yanuacelis Aure es estudiante de la Universidad Monteávila.