Ainara Guevara B.
Fotografías: Ainara Guevara
La Universidad Monteávila, en búsqueda de la constante optimización de sus áreas para toda la comunidad universitaria, inició este año con la modificación del aspecto de su biblioteca.
Durante ocho días comprendidos entre la última semana de diciembre de 2018 y la primera semana de enero de este año, los miembros del servicio de la Biblioteca Monteávila se encargaron de movilizar, armar y desarmar estanterías para poder organizar apropiadamente los libros disponibles, con la finalidad de simplificar a los usuarios su búsqueda y provecho, afirmó José Rodríguez, empleado de la biblioteca.
“Hubo movilización de más de cincuenta estantes. Los armé y desarmé con solo dos destornilladores y una llave inglesa”, señaló Rodríguez.
El archivólogo comentó que aumentó la cantidad de consultas de los estudiantes en los últimos meses y que es necesario mantener un orden en el sistema, por lo que espera que por medio de este cambio se pueda alcanzar tal objetivo.
A su vez, Rodríguez y Fabiola Camargo, directora del espacio, mencionaron que el 15 de enero se arreglaron la mayoría de los aires acondicionados de la biblioteca. «Falta arreglar el de la sala de referencia y la oficina, pero es un avance y ya no se pasa tanto calor”, dijo Camargo. “Hubo cambios de piezas y mantenimiento para los aires acondicionados ubicados en el medio, los cuales ya están funcionando”, comentó por su parte Rodríguez.
El trabajo realizado estuvo a cargo no solo de Camargo y Rodríguez, también contaron con la colaboración de tres estudiantes de la universidad y dos pasantes externas.
“El lunes 10 de diciembre de 2018 fue que comenzamos a movilizar estanterías pero no fue sino hasta el miércoles 12 de diciembre que iniciamos de lleno”, afirmó la directora refiriéndose al inicio de la reciente movilización. “Se cambiaron las estanterías más bajas. Ahora son todas altas, del mismo tamaño, y cuentan con la misma capacidad”, añadió.
Respecto a los proyectos futuros que están por iniciar para la biblioteca, que incluyen la actualización de la base de datos, la implementación de una sala de lectura para el alumnado, la habilitación de la zona de atrás del lugar para su empleo y la organización del depósito, Camargo aseveró: “Habilitando el espacio de atrás, aunque no sea en un futuro inmediato, espero que los estudiantes puedan aprovechar los libros que están ahí. Hay varios clásicos que valen la pena pero que todavía hay que organizar e incluir en el sistema”.
Ainara Guevara es estudiante de la Universidad Monteávila