Dubraska Lanza.-
Fotografía: Alessandra Chomiak.-
Deifel González es un estudiante de música que actualmente, a su corta edad, 23 años, ya tiene una ONG orientada a la educación musical para niños residentes de casas hogares de un sector popular de la ciudad y que por medio del Diplomado de gestión e innovación social de Organizaciones de la sociedad civil, dictado por la Universidad Monteávila, busca establecer las bases de su trabajo social.
Conoce su iniciativa y compromiso social a través de esta entrevista, realizada en el marco del proyecto ReconciliACCIí“N, programa formativo que tiene como propósito empoderar a las mujeres y a los jóvenes como agentes de cambios, constructores de paz y de cultura y del cual la universidad Monteávila es parte fundamental.
Desde Pluma se abren las puertas a esta importante iniciativa con la publicación de una serie de trabajos especiales en pro del desarrollo de la cultura de paz, de la promoción de los derechos humanos y de una sana convivencia, valores necesarios en una sociedad tan dividida y golpeada como la venezolana.
¿De qué manera estás involucrado con tu comunidad?
Hago trabajo social por mi cuenta, mi área es la música, trabajo en las casas hogares del sector donde vivo, intentando utilizar las artes para sensibilizar a los niños, ese fue mi mayor impacto, es un estudio para mí porque me gusta el trabajo social y quiero expandir eso, para poder tener las herramientas de cómo se lleva una organización a fondo.
En mi comunidad funcionan dos casas de hogar para niños, una solo para niños varones y la otra es mixta. Además en la parte de alta de la urbanización hay un sector que lo organiza mi iglesia, donde hay mucho contacto con lo que son los catequesis y las comuniones y aprovecho de ir a esa población de niños para trabajar con ellos.
¿Cuál es la importancia de la organización de la sociedad civil?
En este momento existen demasiadas organizaciones que trabajan en campos distintos pero que se relacionan de una forma directa, es algo que hemos visto, lo vi en dos ocasiones y esta es la segunda vez que tengo la oportunidad de tratar con otras organizaciones sociales, y todas se conocen entre sí, pero no hay un consenso único de un foco de trabajo, si hubiera una unión más concreta habría un mayor impacto que fortalecería el área en el que cada uno trabaja.
¿Has hecho contacto con otras organizaciones a través de este diplomado?
Sí bastante, he ratificado mucho eso de que es necesario un trabajo en común. Muchas organizaciones ya se unen por una misma área en común, en que tengo a mi lado a una persona que hace algo que a mí me beneficie o en que yo pueda beneficiarle. Si nos ayudásemos entre todos el impacto sería mucho más fuerte, lo que tú no tienes yo te lo aporto y viceversa. El impacto sería mayor si se pudiese salir de las áreas comunes, no solo yo trabajo en un municipio y tú en el otro, sino que hay que ver cómo nos relacionamos.
¿Qué herramientas has aprendido?
Por el momento cómo se maneja el aspecto de las organizaciones de la sociedad, hasta ahora teórico pero importante para la parte de gestión. Pero sí te hace pensar en que no eres uno solo, sino varios, y si son muchos, entonces ¿qué están haciendo?, ¿qué estás haciendo tú?, ¿qué estás haciendo para todos? Sobre todo resaltan ese pensamiento de somos muchos, hagamos algo en conjunto.
¿Dónde y qué estudias?
Estudio en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) ejecución instrumental, soy pianista. De allí parte la motivación de juntar las artes con el trabajo social, además tiene un gran impacto porque todas las ramas del arte tienen un importante desarrollo motriz, psicológico, emocional, y cuando lo enseñas a otros de una manera no tan académica les permite desarrollar muchas cosas.
* Dubraska Lanza es estudiante de la Universidad Monteávila
*Alessandra Chomiak es estudiante de la Universidad Monteávila