Angel Fernández.-Â
La noche del 4 de marzo, en el teatro Dolby, se vivió una noche mágica para el hemisferio centro-sur del continente americano. La industria cinematográfica hollywoodense aplaudió sin restricciones el talento hispanohablante, encabezados por Guillermo del Toro. “The three amigos of cinema”, Iñarritu, Cuarón y Del Toro, consiguen para México una supremacía en galardones de dirección o mejor película. Durante 5 años de premiaciones, en 4 alguno de los carnales se llevaron algún reconocimiento de los premios gordos. Cuarón con Gravity, Iñárritu de forma consecutiva por Birdman y The Revenant, hasta completar la trinidad de laureles con el maestro de la fantasía: Guillermo del Toro con The Shape of Water.
La noche se desplazó desde el humor de Kimmel y un discurso mayoritariamente femenino, voceros de la igualdad de género y aceptación de las diferencias. La forma del agua dentro de una espectacular historia a nivel narrativo y audiovisual, logra fomentar una temática que reivindica la polémica que acompañó la campaña de premios que finalizó la noche del domingo 4 de marzo. Se presenció la historia de una mujer marginada por su incapacidad de hablar, apoyada por un vecino homosexual y una mujer afroamericana para lograr el amor con un monstruo anfibio, retenido por un militar blanco cristiano, machista y autoritario.
Entre numerosas actuaciones musicales destacó especialmente el performance de Gael García Bernal, Miguel y Natalia Lafourcade, interpretando “Remember me”. El colorido dio tintes y aromas latinos a la noche que acompañaron con mariachis y pompones un cierre dorado para la mejor noche latinoamericana. La esperada premiación de Coco fue antesala para la más inesperada premiación a “Una mujer fantástica”, el largometraje chileno que se llevó el premio a la mejor película extranjera.
Entre los momentos más resaltantes; pasando de las glorias latinoamericanas, queda un triunfo para los seguidores cinéfilos del pasado año. La satisfacción de ver a Get Out!, de Jordan Péele, ganando el premio a mejor guión original, en la que se podía calificar como la grandísima sorpresa de la noche.
Una curiosidad derivó de una marca que rompió James Ivory, ganador de edad más avanzada de un Oscar. El don escritor se llevó el premio a mejor guión adaptado por Call me by your name, con 89 años de edad. Una película que quedó bastante lastimada fue Dunkirk, la cual se esperaba consiguiera algún premio de peso como la dirección o mejor película. La obra bélica de Nolan tuvo que conformarse con premiaciones técnicas de sonido.
La anécdota de la noche fue el galardón a Kobe Bryant, quién cansado de ganar distinciones y premios colectivos en su mítica carrera deportiva en la NBA, vistiendo los colores de Los Angeles Lakers, se llevó el Oscar para mejor cortometraje animado. El corto “Dear Basketball” le permitió al legendario jugador llevarse el hombrecillo dorado a casa.
Por primera vez en mucho tiempo, los 4 premios de actuación estuvieron cantados. Francis McDormand y Sam Rockwell, actriz principal y actor de reparto juntos en Three Billboards Outside Ebbing Missouri. Actriz de reparto fue el galardón pre anunciado por la crítica y aficionados para Allison Janney, quién para muchos interpretó a “la madre más cruel del cine” en I, Tonya. Finalmente, una historia en deuda con la icónica carrera de Gary Oldman pagó la factura con el merecido Oscar como actor en rol protagónico, reviviendo la imagen de Sir Winston Churchill en “Darkest hour”. Â Â
*Angel Fernández es estudiante de la Universidad MonteávilaÂ