Francisco J. Blanco.-
Terminaba mi primer año dando clase en la universidad, donde aquel profesor que comparte mi nombre me llama en medio del pasillo. Pasa y me dice. “Oye Fran, te voy a presentar a alguien”. Fuimos a esa puerta que nadie sabe que existe y me presentó a un hombre brillante, tajante, parco, eternamente joven, agresivo y profundamente generoso… Don Tulio.
Semana tras semana pasaba por la oficina de Don Tulio y en las conversaciones que teníamos yo sacaba ideas para mis clases, él me recomendaba libros, me aclaraba dudas y me regañaba por tal o cual cosa. En uno de nuestros encuentros me habla de Mortimer Adler, su lista de ideas que cambiaron la humanidad y su libro el Syntopicon/La idea.
Terminaba aquella media mañana en el campo de entrenamiento de la Guardia Nacional. Todo corría bien en esa actividad de rapel que se le ocurrió a mi compañero de clase, cuando dábamos juntos pre-militar en el colegio, recibimos la inducción del maestro de salto Sgt. Mata. Los muchachos proceden a hacer la fila para en orden hacer el descenso, mientras yo me burlaba de los más cobardes, cuando el Sgt. me ve y me dice: “Para que un profesor haga la diferencia, tiene que enseñar con el ejemplo… usted es profesor, salte primero”. Sin pensar, salté/El ejemplo.
Hace un par de semanas mi nuevo jefe me presenta a la editora en jefe del periódico y le cuenta que durante el año pasado yo dos sábados por mes escribí sobre las postales que tenía en mi corcho. Yo le dije que no quería repetir esa fórmula, quería intentar algo nuevo, dejé pasar los días sin pensar en nada. En un momento, recordé la lista de las ideas de Adler, mi salto en rapel y todo cobró sentido.
En una de mis clases, mis alumnos toman al azar una idea de la lista de Adler y deben relacionarla con algo, muchos pasan trabajo encontrando la relación, yo desde afuera creo que es cosa fácil, por eso este año quiero hacer la diferencia, comenzar con el ejemplo. Voy a hacer la tarea como mis alumnos, tomaré al azar una idea de la lista y escribiré sobre ella/La clave.
Hace un mes me invitaron a dar una conferencia sobre pensamiento creativo. La ponente que estaba antes que yo, habló sobre el trabajo de una profesora del MIT sobre la expansión mediática que tiene el universo del fanático en todo lo relacionado con la cultura popular, ese estudio se llama “La Superestructura del fandom”. Ese nombre me gustó/La Superestructura.
Nos vemos.
*Francisco J. Blanco es profesor de la Universidad Monteávila.
