Orlando Abreu.-
Claudia Madrid Martínez, abogada y profesora de la Universidad Central de Venezuela, recalcó desde la Universidad Monteávila la importancia que tiene la investigación en materia de derecho para el país. Aunque admitió lo difícil y compleja que puede resultar su ejecución en los actuales momentos, aseguró que no es imposible.
“Es difícil concentrarse en un tema jurídico, mientras piensas en cómo conseguir un kilo de harina pan o de leche”, aseveró Madrid en la Lección Inaugural de la Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas de la UMA, donde actuó como oradora de orden. La profesional del derecho reconoció que el factor crisis económica dificulta la labor del investigador, tanto en materia de recursos humanos como de acceso a fuentes bibliográficas de calidad y actualizadas.
Sin embargo, enfatizó que realizar investigaciones jurídicas en el país no es imposible, dado a que ella viene haciéndolo desde hace 20 años. Recurrir al apoyo de colegas que se encuentran en el exterior para tener acceso a materiales de interés es uno de los mecanismos implementados por la experta para continuar con su labor.
Madrid explicó que la investigación jurídica a pesar de que en la práctica actual se pueda apreciar como una tendencia “al no derecho”, en este caso resulta fundamental para la especialista, ya que tanto el estudio como la difusión de lo que realmente es el Estado de derecho, las normas jurídicas, en general, y su cumplimiento son importantes para el ordenamiento de una sociedad.
¿Cómo perjudica la situación actual del país a la investigación jurídica?
Básicamente con la falta de recursos. No solamente porque el tema salarial, que es fundamental para quien se dedica de manera exclusiva a la universidad, no representa un incentivo y eso ha generado la migración de muchos profesores. Las universidades públicas están viendo en este momento como cada año se van entre 200 y 300 profesores de sus aulas.
Además no se cuenta con recursos necesarios desde el punto de vista bibliográfico. Las bibliotecas han decaído dado la falta de acceso a divisas preferenciales para las compras de libros y el acceso a bases de datos, cosa que ha tenido un impacto súper negativo en el tema de la investigación, porque no podemos acceder a fuentes actualizadas.
¿Cómo se pueden publicar las investigaciones sin recursos?
En este momento en Venezuela son muy pocas las editoriales que están publicando, y las que lo hacen están dedicadas a temas que tienen quizás una entidad más real en este momento como el derecho constitucional o el derecho administrativo. Eso ha dejado a los profesores con una tarea de familiarizarse más con la tecnología, y muchos de sus trabajos son publicados abiertamente en la red para que la investigación y sus resultados no se pierdan, porque lamentablemente recursos para publicar tampoco abundan.
¿Cuáles serían las cualidades de un investigador jurídico cuando los recursos son escasos?
Primero tiene que gustarte, porque hacerse rico aquí no es posible. Aquí se trabaja básicamente por amor al arte. Por ejemplo: yo veo mi trabajo en la universidad como el servicio y lo que puedo hacer para poner mi grano de arena y mejorar el país. No lo hago por un interés meramente crematístico, porque eso no existe.
Sí creo que trabajar desde las universidades es una forma de aportar para que el país mejore y siga caminando, porque a pesar de la situación hay mucha gente trabajando y haciendo cosas buenas en la universidad venezolana. Eso se tiene que mantener porque esto en algún momento va a pasar y es cuando vamos a ver realmente lo bueno que se conservó la universidad a pesar del tiempo que estamos viviendo.
¿Cual es la importancia que tiene la universidad como institución para el investigador?
Es nuestro entorno es la herramienta fundamental, es el lugar donde, como su nombre lo dice, impera un pensamiento universal, es donde podemos desarrollar ideas, discutirlas, hacerlas públicas, es nuestra casa.
¿Qué mensaje le daría a sus futuros colegas?
Que se apeguen al derecho, porque muchos de los problemas que vemos en la práctica es que pareciera que el derecho no existe. Y la lucha del abogado que se tome en serio su trabajo desde el ámbito que sea, no sólo desde el ámbito académico, del profesor, del investigador, sino también del litigante, es la lucha por la aplicación del derecho y la supervivencia del mismo, que en este momento, la verdad, es que en Venezuela está bastante mal trecho.
*Orlando Abreu ([email protected]) es estudiante de la Universidad Monteávila.
*Roberto Carrasquel (robertocarrasquel21)Â es estudiante de la Universidad Monteávila.