Félix Alberto Allueva.-
Este domingo 16 de julio se realizará la consulta popular convocada por la oposición, mecanismo político a través del cual pretende hacérsele frente a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) anunciada por el presidente Nicolás Maduro, quien decidió instaurar esta instancia sin antes preguntar al pueblo.
El primer vicepresidente del parlamento, Freddy Guevara, ha catalogado la actividad como “el acto de rebeldía más grande de la humanidad”. En ese sentido varios dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) han enfatizado que, con la intención de rescatar la democracia, el proceso representa la materialización del artículo 350 de la Constitución.
Las dudas sobre la validez y las repercusiones de la consulta son grandes, sobre todo lo que viene luego de ella: la denominada “hora cero”. El diputado Luis Florido destacó esta semana que el plebiscito tiene carácter vinculante, por lo tanto los resultados que arroje tendrían implicaciones palpables en las instituciones políticas.
Otro de los elementos que ha tomado protagonismo durante la evolución del conflicto ha sido el rol de la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, así como el descontento del chavismo crítico, quienes, a pesar de sus diferencias con la MUD, apoyan el llamado de este domingo.
El analista político Benigno Alarcón advierte que el escenario más probable después del 16 de julio es el de una escalada en la conflictividad, pero recalca que dicho aumento no se traduce necesariamente en violencia.
“Si el liderazgo opositor maneja esto de manera inteligente, lo que tiene que evitar, justamente, es que la escalada se traduzca en un aumento de violencia y tendría que buscar que la escalada se traduzca en un aumento en la participación, que es el único camino por el cual, en principio, la oposición pude tener mejores resultados”, argumenta.
Alarcón cree que la eventual instauración de un gobierno paralelo dependerá, en su mayoría, de la estrategia de la MUD y de la respuesta del régimen. Asegura que “si el gobierno cierra todos los caminos pareciera que no quedan alternativas distintas a esa”.
La legitimidad de un gobierno paralelo estaría enmarcada en el reconocimiento de la comunidad internacional y del pueblo venezolano. El politólogo señala que la actuación de un supuesto nuevo Tribunal Supremo de Justicia, con magistrados designados por la Asamblea Nacional de mayoría opositora, no estaría determinada por la sede de trabajo que le tocara asumir, es decir, la validez de las decisiones de un nuevo presidente, por ejemplo, no se delegaría a que éste ejecutase sus competencias dentro del Palacio de Miraflores.
El presidente de la Federación Venezolana de Politólogos, Esteban Oria, también prevé una escalada de la conflictividad después de este domingo, pero tiene algunas dudas frente a la forma como se ha planificado la consulta. Por ejemplo, manifiesta que no está clara la organización de los centros electorales (puntos soberanos).
Oria detalla que el llamado al plebiscito fue realizado principalmente por “grupos focales” de la MUD, entre ellos Voluntad Popular y Vente Venezuela. Dice que la aparición de actores políticos importantes como Manuel Rosales, Henry Ramos Allup y Henry Falcón es mínima, lo que le genera desconfianza sobre la disposición y el acuerdo dentro de la oposición.
Respecto al rol de la Fuerza Armada Nacional (FAN), Oria asevera que seguirá actuando como lo viene haciendo a no ser que se presente un “evento excepcional”.
Alarcón sostiene que la institución castrense, a pesar de que no sea su función constitucional, será una suerte de árbitro y tendrá una influencia fundamental sobre la interpretación que se haga a los resultados del proceso, ya sea por acción u omisión.
“Si la FAN regresa a un rol de neutralidad institucional, que es lo que le corresponde de acurdo con la Constitución y lo que le ha correspondido siempre a través de toda su tradición (…) al final del día esa neutralidad institucional obligaría al gobierno a respetar resultados y a respetar la letra de la Constitución”, agrega.
Oria invita a ir preparándose para el proceso constituyente del próximo 30 julio, ya que expresa no ver indicios de retroceso por parte del oficialismo.
Alarcón, quien también es director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, cree que el régimen concibe la ANC como su “salvavidas final” y busca “constituir un gobierno que no tenga límites constitucionales”. Asegura, al igual que Oria, que puede haber constituyente pero que la mayoría de la gente no la reconocerá.
“¿La ANC les va a servir para los fines que ellos (oficialismo) buscan?”, añade.
El politólogo advierte que el presidente Nicolás Maduro “no es un individuo que se sostenga por sí mismo ni por su legitimidad, sino que se sostiene básicamente por la fuerza”.
La suerte del primer mandatario dependerá entonces de la dinámica en la acción opositora y la FAN. “Maduro en este juego es totalmente secundario”, enfatiza.
* Félix Alberto Allueva es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.
* Rubén Sevilla Brand es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.