Oposición replantea ruta en medio de incertidumbre polí­tica

Félix Alberto Allueva.-

Jesús «Chúo» Torrealba encabeza junta reestructuradora de la MUD. Foto: Cortesí­a

A finales de 2016 la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció, en voz de su secretario ejecutivo, Jesús “Chúo” Torrealba, la necesidad de replantearle al paí­s los propósitos y estrategias para materializar el cambio polí­tico prometido. Para ello era pertinente una reestructuración interna que, según el vocero opositor, se notificarí­a “a más tardar el 4 de enero”. Tras no manifestarse ese dí­a, se pautó para el 23 de enero.

Finalmente el pasado 7 de febrero (un mes más tarde) la oposición comunicó al paí­s la ampliación de la vocerí­a polí­tica a nueve partidos, creando también la junta reestructuradora encabezada por Torrealba y acompañado por José Ignacio Guédez (Causa R), Enrique Márquez (Un Nuevo Tiempo) y Juan Carlos Caldera (Primero Justicia).

En este sentido la junta se comprometió a compartir los resultados en un plazo no mayor a una semana.

El fortalecimiento del sistema democrático venezolano, la garantí­a de los derechos humanos, la consolidación de la soberaní­a nacional, alcanzar una sociedad productiva, justa y libre, y el mayor nivel de bienestar para sus ciudadanos, son las metas fundamentales a lograr establecidas por la MUD.

Para Fabio Valentini, dirigente nacional de Vente Venezuela, el objetivo principal que hasta ahora ha conseguido la alianza opositora fue la victoria parlamentaria del 6 de diciembre de 2015. Sin embargo, criticó la falta de receptividad de la coalición frente a los gremios, así­ como la manera en que se toman las decisiones.

“Estuvimos muy en contra de que la toma de decisiones se hiciera netamente por aquellos (partidos) que tuvieran más fuerza”, enfatizó.

El diputado Juan Andrés Mejí­a, dirigente de Voluntad Popular, aseguró que ya en las elecciones parlamentarias del 2010 las fuerzas opuestas al chavismo habí­an alcanzado un triunfo cuando la MUD, con la suma del partido Patria Para Todos, obtuvo mayor cantidad de votos que el oficialismo a pesar de contar con 31 diputados menos.

Sin embargo, recalcó que “en términos polí­ticos todaví­a la oposición tiene mucho que hacer, mucho por aprender”.

Desde otra perspectiva el asambleí­sta adeco Carlos Paparoni destacó el aporte de la alianza como plataforma para los partidos polí­ticos.

Luego de la obtención de la mayorí­a calificada en las pasadas elecciones parlamentarias, la oposición no ha conseguido satisfacer las metas fundamentales planteadas desde un principio.

La crisis institucional, la violación de derechos humanos, la inseguridad y la improductividad económica han sido parte del discurso del anti-chavismo. Sin embargo, hasta ahora la oposición no ha logrado materializar el propósito de desplazar a Nicolás Maduro de la presidencia de la República, lo que incluye la imposibilidad de concretar la convocatoria del referendo revocatorio.

Al buscar las causas que han generado la necesidad de dicha reestructuración, Valentini aseveró que la falta de congruencia polí­tica han sido los hechos principales que no han permitido cumplir con las metas trazadas.

“No hemos entendido cuál es el rol dentro de la Mesa de la Unidad”, agregó.

Simpatizantes opositores aguardan por acciones de la MUD. Foto: Rubén Sevilla Brand

En cambio Paparoni opinó que “si hemos cuestionado a Nicolás Maduro que se quiere perpetuar en el poder, nosotros no podemos dar el mismo ejemplo de lo que hemos venido criticando”. Afirmó que la oposición debe brindar una perspectiva de alternabilidad que ayude a vislumbrar los rasgos esenciales de la democracia.

El diputado íngel Alvarado, dirigente de Primero Justicia, enfatizó que las expectativas creadas e incumplidas durante 2016 son el detonante del replanteamiento opositor.

Afirmó que ahora la gobernabilidad representa el propósito fundamental al cual debe orientarse la oposición, por lo que planteó que primero deben hacerse elecciones primarias internas que renombren los partidos y la dirigencia.

Valentini afirmó que la finalidad debe ser recuperar legitimidad polí­tica y cambiar el esquema de comunicación hacia la ciudadaní­a, dejando claro cuál será la estrategia.

“Si el TSJ hoy está poniendo trabas hacia la Asamblea Nacional, entonces como asambleí­stas propongamos qué vamos a hacer con el TSJ”, puntualizó.

Para Mejí­a el verdadero reto está en trascender hacia una coalición polí­tica más que electoral. “¿Seremos o no capaces de también generar una unidad para esta nueva coyuntura que no es electoral?”, reflexionó.

Durante la carrera presidencial del 2012 el ex parlamentario Juan Carlos Caldera fue apartado del proyecto opositor por el entonces candidato Henrique Capriles, debido a presuntas irregularidades vinculadas con el financiamiento de la campaña.

En aquel momento Capriles comentó “no voy a permitir nunca que nadie use mi nombre para beneficio personal (…) Dada la información que tenemos el diputado Juan Carlos Caldera queda fuera de este proyecto, él se puso al margen de este proyecto”.

Por eso sorprendió que su nombre figurase entre los encargados de llevar a cabo los cambios en la estructura de la MUD.

“Desde hace mucho tiempo él (Caldera) está en la MUD y ha estado representando a la coalición. Es una persona que sabe muchí­simo del tema electoral. Desde hace mucho tiempo ya ese tema yo creo que fue superado, obviamente. Él tiene mucho tiempo trabajando en esto. No sé cuál es la sorpresa”, puntualizó Alvarado.

* Félix Alberto Allueva es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.

* Rubén Sevilla Brand es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pluma