Lección inaugural | Invitación a “ser buenos amigos y amigos buenos”

Jeslin Valbuena Issa.-

El profesor Joaquí­n Rodrí­guez Alonso enfatizó la importancia de volver a los orí­genes de la universidad. Foto: Rubén Sevilla Brand
El profesor Joaquí­n Rodrí­guez impartió la Lección inaugural Foto: Rubén Sevilla Brand

La lección inaugural es una ceremonia de tradición que invita renovar nuestra voluntad, poner los pies sobre la tierra y hacer los deberes diarios con el corazón. Se lleva a cabo al inicio de cada año académico en la cual un catedrático hace una exposición de un tema determinado con la intensión de invitar a la reflexión acerca de los propósitos que se plantea la comunidad universitaria al emprender un nuevo perí­odo donde se imparten enseñanzas, trabajos y aprendizajes.

La lección inaugural del año 2016-2017, titulada Nuestra Universidad: en el origen de una utopí­a dio inicio a las 10 de la mañana del martes 22 de noviembre en el auditorio principal de la Universidad Monteávila. En esta ocasión el orador fue Joaquí­n Rodrí­guez Alonso, quien durante diez años fue rector de la universidad. Actualmente preside el Centro de Altos Estudios y es profesor de la cátedra Temporalidad y Trascendencia en la Facultad de Ciencias de la Comunicación e Información.

El profesor invitó a recordar la misión de la universidad tal como fue planteada al momento de su fundación, evocando las palabras de Enrique Pérez Olivares, rector fundador de la casa de estudios, en la primera lección inaugural, quien describí­a la universidad como una “comunidad de personas y saberes que buscan con afán la verdad”.

El discurso continuó haciendo referencia a la importancia de volver a los orí­genes de la universidad y recordar los propósitos que la fundaron para poder “considerar su actualización y desarrollo (…), también para enfrentar las amenazas que sobre ellas se ciernen y para revitalizar la visión a la vuelta de estos pocos años de nuestra historia”.

El profesor Rodrí­guez Alonso explica la universidad se estructura sobre tres pilares esenciales:

El amor de amistad como ví­nculo de unión de la comunidad de personas, destacando una frase del doctor Enrique Pérez Olivares: “Querer bien al amigo y querer el bien del amigo”. Ser parte de la Universidad Monteávila –destacó– es corresponder a esta invitación como señal propia de identidad. Ser buenos amigos y amigos buenos.

Integración de conocimientos ordenados a la verdad como condición permanente de la aproximación a los saberes.

Vocación de servicio humilde y competente como objetivo constante de la vida de esta comunidad.

Todo ello –recalcó el profesor– sobre  la base de nuestra identidad como venezolanos y más ampliamente como iberoamericanos, agregando que por nuestra condición natural de criatura humana amada por Dios estamos llamados a participar de su gloria eterna.

Es así­ como, a pesar de la preocupante degradación que ha sufrido Venezuela desde las altas esferas polí­ticas que ha causado una gran crisis moral en el paí­s, la universidad se muestra como un piso firme para sus estudiantes, un referente de la moral y el correcto proceder en su carrera y en sus vidas como ciudadanos y profesionales.

El profesor Rodrí­guez Alonso destacó a los egresados y se refirió ellos como la parte más importante de la universidad, ya que son los continuadores de los valores y la formación integral de su alma mater, pero esta vez en medio del mundo, en la sociedad, en su ámbito profesional con la convicción de hacer mejor el lugar donde se encuentren.

Describió a la universidad también como un instrumento de apostolado, pidiéndole a Dios que abra a su luz las inteligencias y los corazones para acompañar a las personas a asumir el reto de avanzar en su camino de plenitud hacia la santidad.

Para finalizar la lección inaugural, el orador llegó a los corazones de todos los presentes ofreciendo estas palabras finales: “así­ pues, profesores, estudiantes, egresados, directivos, empleados y amigos, renovemos cada dí­a este compromiso de vivir en la verdad, animados por la amistad que sostiene nuestros afanes de ser y hacernos mejores entre nosotros hasta la plenitud, con el reto esforzado de hacer rendir nuestros talentos, con la alegrí­a de servir generosamente a los demás también con la esperanza de hacer descubrir a muchos estos horizontes de eternidad y con el agradecimiento infinito por quienes, en la penumbra, sostienen nuestra labor, pues así­ permaneceremos siempre fieles al origen de la utopí­a que es nuestra Universidad Monteávila: SUPRA MONTEM POSITAS”.

* Jeslin Valbuena Issa es estudiante de Comunicación Social de la UMA.

* Rubén Sevilla Brand es estudiante de Comunicación Social de la UMA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pluma