Félix Alberto Allueva.-
En el 2016 se cumple el centenario del natalicio del ex presidente Rafael Caldera. A él se le reconoce por promover y capitular, junto con otros actores políticos, el proceso democrático en Venezuela. Sin embargo, no fue esta su única virtud como figura pública. De hecho, según el ex parlamentario y ex dirigente copeyano, Abdón Vivas Terán, Caldera “no fue solo un político” fue también un “educador, líder civilista, demócrata raigal, sostenedor del estado de derecho, líder preocupado por el mundo del trabajo y dirigente propulsor de la justicia social como principio de las relaciones internacionales”.
Así describe el ex Gobernador del Distrito Federal la cualidad “poliédrica” de Caldera, esto es, en otras palabras, su carácter multifacético.
“Pocos políticos venezolanos han sido educadores, y sobre todo pocos presidentes de la República”, sentenció Vivas Terán en entrevista con Pluma. Específicamente resaltó su apego a la educación universitaria. Dentro de este mismo ámbito criticó el cierre de las escuelas técnicas industriales. “En teoría eso era bueno, pero no funcionó (…) Yo creo que no hubiera sido malo mantener las técnicas industriales, creo que hubiera sido útil e importante”, agregó.
En cuanto a su preocupación por el sector laboral, el ex parlamentario aseguró que “Caldera es el líder político más importante que se ha ocupado del mundo del trabajo”. Alegó que no de gratis el entonces presidente Eleazar López Contreras lo designó. a sus 20 años de edad. subdirector de la Oficina Nacional del Trabajo, donde se encargó de redactar la primera Ley de Trabajo de Venezuela, la cual no fue sustancialmente modificada sino hasta 55 años después.
Vivas Terán resaltó otras cualidades del ex presidente. Afirmó que “Caldera fue el líder político venezolano que se ha dedicado con mayor énfasis a que la justicia social sea la base de las relaciones internacionales de los Estados del planeta”. A pesar de que dicha justicia social aún no ha alcanzado el posicionamiento manifestado, el ex gobernador vislumbra que tiende cada vez más a lograrlo.
Como complemento anecdótico de este último rasgo, el ex senador expuso el hecho de que en 1987 Caldera fuera invitado por el papa Juan Pablo II para dar un discurso, ante el Colegio Cardenalicio, sobre la justicia social debido al vigésimo aniversario de la publicación de la encíclica “populorum progressio” (el desarrollo de los pueblos).
Analizando su primera gestión de gobierno (1969-1974), Vivas Terán destacó la pacificación del país como un logro importante. En su correspondiente política implementada, la cual consideraba “altamente generosa pero conveniente”, se contemplaba la reincorporación de los guerrilleros a la vida política y democrática del país respetando sus derechos.
“El que se bajara del cerro y entregara sus armas iba a tener un ambiente cordial en el gobierno para poder reencausar su vida personal y su vida política”, enfatizó.
En el segundo período (1994-1999), a pesar de la aguda crisis financiera, la liberación del entonces golpista Hugo Chávez fue uno de los temas a recalcar. El ex gobernador expresó que para interpretar este hecho es necesario contextualizar debidamente.
En primer lugar, al momento de su liberación Chávez contaba con un escaso índice de aceptación en las encuestas. Además, Caldera no fue el único candidato presidencial que en la campaña de 1993 propuso liberar a los militares presos.
Afirmó que en esa época las instituciones (sindicatos, gremios, universidades, iglesias, medios de comunicación, incluso Fedecámaras) estaban de acuerdo con la medida.
Vivas Terán indicó que la justificación de esta decisión nació de la misma idea que influenció a Caldera durante el proceso de pacificación de su mandato anterior.
El ex dirigente copeyano dijo que actualmente existe una concepción más pragmática de la política que ha abandonado la visión ideológica, la cual, según refirió, antes era predominante en la vida de los partidos.
“La democracia te imponía una tarea de contacto popular: viajes permanentes, encuentros, foros, estudios, círculos de estudio destinados a captar la voluntad por adhesión pura y simple, no por clientelismo”, finalizó.
* Félix Alberto Allueva es estudiante de Comunicación Social de la UMA.