Carolina Sánchez.-
Son diez años aproximadamente los que han pasado desde que se fundó la Red de Apoyo Canino, iniciativa que surgió tras un caso de maltrato animal (un pitbull) en las vías de Sabana Grande.
Esta organización sin fines de lucro cuenta con la participación de “un grupo de la sociedad civil que hoy en día aún se mantiene en la junta directiva”, señaló Mariant Lameda, quien ha sido vocero de la agrupación. Desde sus inicios se ha logrado posicionar en Venezuela como el primer programa de salud pública de esterilizaciones. “Nosotros masificamos jornadas de esterilización y las llevamos a la calle”, añadió.
La base del proyecto proviene de la técnica del municipio bonaerense Almirante Brown, que se constituyó como el primer municipio no eutanásico de América Latina.
“Gracias a esta técnica la masificamos, la hicimos abarcativa, la sistematizamos primero por toda Caracas y luego por todo el territorio nacional”, dijo Lameda. Esta idea toma poder ante tanta contrariedad que se reflejaba en el país. “Es muy difícil para un animal comunitario, y que además sean diez animales que protege un pescador cuyas perras salen embarazadas cada seis meses. Es muy difícil para ese animal trasladarse a otra comunidad, ni siquiera a una comunidad cercana”, explicó.
La asociación entendió la necesidad de crear grupos de apoyo a nivel nacional, que no son más que modelos que funcionan para prestar servicio a la comunidad. “En Venezuela era muy difícil que un animal o un grupo de animales que viviera, por ejemplo, en un barrio de Petare se trasladara a una sede física. Entonces el programa fue a la comunidad porque entendimos que el trabajo se necesitaba en la comunidad. Y había que atender a los animales in situ porque era muy engorroso hacer un traslado masivo de animales”, señaló.
Por esa razón la RAC no cuenta con una sede física ni con refugios. Incluso no creen en ese modelo. “Los refugios son un modelo arcaico, poco educativo, un modelo que fomenta la figura del animal como un desecho, o para tirarlo en un depósito de animales porque simplemente esta persona no quiere convivir en el mismo espacio público con el animal”, apuntó.
El problema no sólo recae en ese asunto sino en la poca socialización que tienen los animales (alejándolos a la posibilidad de tener un hogar) y en la política de eutanasia. “Muchas veces los refugios ponen a dormir a los animales porque simplemente son lugares que tienen capacidad para albergar 50 animales y le llegan 50 animales todos los días y la gente no adopta”, aseguró Lameda.
Sin embargo, la RAC sí dispone de pensiones para tratar a animales que llegan en situaciones deplorables, sea por hospitalización, terapias o problemas psicológicos muy fuertes. “Durante ese tiempo no sería ético, ni es óptimo, ni es ideal y es impensable en la mayoría de los casos devolver ese animal a una comunidad que no lo está esperando, no lo quiere, no lo aprecia y no lo va a cuidar”, aseveró.
Actualmente la agrupación pensiona un poco más de 200 animales, por lo que cuenta con una variedad de casas con bellos jardines, donde los rescatados puede estar libres junto a su manada. La RAC paga un monto que oscila entre 3 mil y hasta 9 mil bolívares mensuales por cada uno de ellos. Por eso surge la figura del apadrinamiento, que son personas que “prestan su colaboración monetaria, no importa el monto ni con qué frecuencia, para que exista un fondo para estos animales  y puedan continuar a buen resguardo mientras llegan a un hogar definitivo y son trasladados”.
La organización no gubernamental cuenta con la ayuda de las redes sociales para publicar la historia, seguimiento, características físicas, peso, tamaño y personalidad de cada animal dispuesto a la adopción. La persona sólo tiene que optar por llenar una planilla con el animal de su preferencia y la coordinación se encargará de ponerse en contacto con esta familia  para proceder a la aprobación.
“Hacemos un seguimiento durante un tiempo para ver cómo se va adaptando la familia al animal y viceversa. Si ambos verdaderamente se corresponden, se quieren y tienen una relación de afecto pues fue una adopción responsable y triunfante. Si no es así, si no se adapta, llegan a 15 días o al mes y no se siente bien o si la familia ve que no hubo una buena relación, nosotros nos volvemos a traer al perrito a lo que era su hogar anterior, la pensión” explicó.
La Red de Apoyo Canino se caracteriza por atacar la raíz del problema, por lo que desarrollan una gran labor en pro de distintas áreas del quehacer del país que cuentan con necesidades no satisfechas. Tienen como principal bandera el concienciar a la colectividad implementando jornadas de esterilizaciones masivas, permanentes y a bajo costo para perros y gatos en estado de abandono; y difundir campañas educativas y de adopción, así como talleres de capacitación técnica para aquellos ciudadanos proteccionistas y veterinarios que desean realizar trabajo social. El objetivo es transformar la penosa realidad de nuestros animales e inculcar la tenencia responsable de mascotas.
Los interesados en conocer más sobre la labor de esta organización sin fines de lucro, o que están buscando una buena causa para apoyar, puede consultar la página web www.reddeapoyocanino.org, contactarlos por sus cuentas en redes sociales (en Twitter @apoyocanino), o comunicarse a través del correo [email protected]
* Carolina Sánchez es estudiante de Comunicación Social.
* Cristina Ortiz es estudiante de Comunicación Social.