Pensamientos familiares | Educación en medios: un reto en la formación

Mercedes González de Augello.- 

La escuela debe alfabetizar a los alumnos en el lenguaje de los medios. Fotos: Rubi.Educación.UDG

La sociedad del conocimiento y las nuevas tecnologí­as de la comunicación e información han llevado las relaciones entre comunicación y educación a un punto en el que es indispensable la actuación conjunta. Se requiere el desarrollo de actividades y programas en el que actores y objetivos de ambos sectores unan esfuerzos para lograr la formación de individuos capaces de potencializar el uso de las tecnologí­as, para el desarrollo del entorno social en el que se desenvuelven.

La primací­a de los MCS en la estructura social y el amplio desarrollo y penetración de las TIC traen consigo cambios en la forma en la que la sociedad actual accede a la información y al conocimiento como consecuencia de la naturaleza propia de estos medios. Por ejemplo, existe una gran cantidad de información superficial que dificulta la selección y análisis por parte de los individuos, la realidad se presenta de forma segmentada y sacada de su contexto, el lenguaje audiovisual tiene códigos distintos, los medios presentan una apariencia de verdad, cuando son representaciones de esa realidad, entre muchos otros aspectos, sobre los que la sociedad en general no reflexiona.

Ante esto, el sector educativo no puede dar la espalda a medios de comunicación y TIC y negarse a dar el cambio que se está produciendo en todas las formas de actuación social, porque estarí­a desvirtuando su función formativa y se estarí­a aniquilando a si misma. Si la escuela no acepta el reto y el docente se convierte en el orientador que ayude a los alumnos a descifrar los nuevos códigos comunicativos y a consumir de forma autónoma y reflexiva los contenidos que ofrecen los medios, entonces, MCS y TIC actuarán de forma antieducativa y se estarán perdiendo las potencialidades que este cambio trae consigo.

El  rol que la escuela debe asumir es alfabetizar a los alumnos en el lenguaje de los medios y la integración de las TIC para que no queden indefensos ante ellos. Es lo que el profesor José Luí­s González Yuste llama “educar para los medios y desde las nuevas tecnologí­as”. Podemos estar de acuerdo en que los contenidos que transmiten los medios no son los mejores en muchas oportunidades, pero no podemos negar que son los que las generaciones más jóvenes consumen; por lo tanto, se hace patente y necesaria la educación en medios desde la escuela.

Si no educamos en medios y la escuela se adapta a la nueva forma de acceder al conocimiento estaremos perdiendo la oportunidad de aprovechar este nuevo cambio social para formar individuos con mayor capacidad de análisis de su entorno y actuación consciente y favorable para si mismos y su comunidad.

Esta enseñanza no puede ser instrumental, no se trata de aprender tecnicismos, la idea es enseñar a los alumnos a consumir conscientemente los contenidos de los medios y utilizar las TIC desde la potencialidad educativa que tienen. Para esto se debe enseñar las caracterí­sticas propias de los medios, cómo funcionan, sus intereses, sus lenguajes y códigos, la representación que hacen de la realidad, para que el ciudadano tenga la capacidad de discernir con capacidad crí­tica las informaciones que recibe consciente de todas las implicaciones que están detrás de los contenidos transmitidos por los MCS.

De esta profundización en el estudio teórico y práctico de los medios de comunicación obtendremos como resultados el desarrollo de una conciencia crí­tica y autónoma en los individuos.

Por otro lado, los medios son tribuna para el debate social, son el espacio público por excelencia en el que confluyen los diversos intereses y factores sociales; por lo tanto, una mayor conciencia de su funcionamiento redundará en la formación de ciudadanos más conscientes, participativos y capaces de llevar sus pensamientos, intereses y demandas ante la institución mediadora de la realidad social. En definitiva, educación en medios, lectura crí­tica de medios y uso educativo de las TIC, son pilares fundamentales para que la escuela responda a las demandas culturales, sociales y de consumo de conocimiento de la sociedad actual.

Finalmente, estamos ante un nuevo modo de difundir información y conocimientos, ante un nuevo modo de comunicarnos; por lo tanto, ante un nuevo modo de aprender y pensar. Pero lo que ha cambiado son los modos, más no la esencia de la actuación humana; por lo tanto, debemos continuar formando para una comunicación y educación honrada, í­ntegra, que responda a la más amplia aspiración de verdad y respeto a la naturaleza humana. Debemos reconocer la nueva dinámica edu-comunicativa, y crear conciencia sobre su gran incidencia para aprovechar este momento de cambio para la formación de ciudadanos crí­ticos, conscientes y capaces de orientar su libertad para el máximo beneficio personal y social.

*Mercedes González de Augello es decana de la Facultad de Comunicación e Información de la Universidad Monteávila

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