Yuliya Stepanova, la cara del dopaje ruso

Yuliya Stepanova

Luigi Bitetto.-

Yuliya Stepanova
Yuliya Stepanova destapó el gran escándalo del dopaje ruso. Foto: Reuters

Rusia tuvo sobre su espalda dos meses de suspensión por órdenes del Comité Olí­mpico Internacional, organismo que habí­a decretado que la selección de la importante potencia mundial no participara por la reiterada polí­tica de dopaje, hecho que quedó al descubierto con los resultados de los Juegos invernales de Sochi 2014. Se calcula que más de mil atletas se beneficiaron de un programa de dopaje «patrocinado por Moscú».

Sin embargo, a finales del mes de febrero de levantó la sanción con la condición de que hechos de esta naturaleza no se repitieran. Esta decisión provocó que 169 atletas rusos participaran en los Juegos Olí­mpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur con otra bandera, como «neutrales».

Aún con este escenario y con una amenaza a sus espaldas el dopaje volvió a aparecer en la figura del atleta de curling Alexander Krushelnitsky y la sombra de la deshonestidad se centró nuevamente en la potencia oriental. Esta situación pone en duda años de medallas y tí­tulos olí­mpicos, al igual que victorias en otras competiciones.

Cabe destacar que Rusia participó en casi todos los Juegos Olí­mpicos a excepción de San Luis Estados Unidos en 1904 y Barcelona en 1992, cuentan con 195 medallas de oro, 167 de plata y 192 de bronce.

El problema del doping ruso no atañe solo a unos pocos atletas, sino a cientos, congregados en un programa financiado y aprobado por el gobierno que encubrió resultados positivos entre 2011 y 2015. Fue solo gracias a una atleta beneficiada por este proyecto deportivo que se conoció esta red de doping. Yuliya Stepanova fue la responsable de esta gran proeza.

«Simplemente conté una verdad vergonzosa, que nuestro paí­s no quiere confrontar, y la única razón por la que dije la verdad fue para tratar que se pusiera fin a eso«. La joven denuncia a su entrenador como el responsable de suministrarle inyecciones de testosterona para recuperar su fortaleza, después de una grave infección de pecho, «Sabí­a que estaba prohibida», le dijo a la BBC en una entrevista exclusiva desde un lugar no revelado.

Krushelnitsky dio positivo en los Juegos Olí­mpicos de Invierno. Foto: Voice of Nigeria

«Él me dijo que era algo normal, que todos los atletas lo hací­an», indicó la joven. Poco tiempo después comenzó a usar sustancias aún más poderosas. Una vez dentro del equipo ruso de atletismo enviaron a Stepanova a ver al doctor Sergei Portugalov, reconocido cientí­fico deportivo que en 2015 fue acusado por la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) de encubrir resultados positivos por un porcentaje de las ganancias de los atletas.

«Él me dijo, ‘no te preocupes, si te hacen una prueba, me mandas el número de los resultados y yo lo arreglo, así­ puedes dormir profundamente’”, recordó Yuliya en la mencionada entrevista. La atleta rusa fue la responsable que una polí­tica de doping fuera descubierta.

El catedrático del Derecho y abogado canadiense, Richard McLaren, responsable de la redacción del informe que determinó las responsabilidades de Rusia ante la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no dudó en describir este hecho como un encubrimiento de Estado, que pasó de ser «un caos descontrolado» a convertirse en una «conspiración institucionalizada y disciplinada para ganar medallas”.

Para ver la motivación de las revelaciones de esta atleta que incluso llegó a grabar a compañeros, doctores, entrenadores, hay que remontarse a una competencia de atletismo en el 2009, donde conoció a Vitaly Stepanov, un joven funcionario de Rusada (Agencia Rusa de Antidopaje). Ella le contó que todos los atletas se dopaban y que la agencia que representaba ayudaba a encubrirlos.

Enseguida fue suspendida por dos años por irregularidades en su pasaporte biológico y comenzó una larga proeza por desenmascarar toda la trama de corrupción que ya habí­a comenzado Vitaly, para entonces su esposo.

El funcionario de Rusada habí­a mandado muchas cartas, pero todas ignoradas y se da cuenta que necesitaban mucho más. Mientras que en Rusia la joven era considerada una traidora, en muchas otras partes del mundo la alaban por su valentí­a. En este camino por descubrir la verdad tuvo que huir de Rusia y residenciarse en un lugar no revelado por temor a represalias hacia ella y su familia.

La selección rusa no desfiló bajo su bandera en Corea del Sur. Foto: Euronews

De acuerdo con un reporte de un comisionado de la AMA, en la trama ruso estuvieron involucrados incluso agentes del servicio ruso, quienes intercambiaban muestras de orina por otras en las que no habí­a evidencia del consumo de sustancias prohibidas,

Para Yelena Isinbayeva, atleta esta acción solo se puede calificar como “un crimen contra el deporte”. La mujer de 35 años representaba a Rusia en la especialidad de 800 metros. Fue campeona olí­mpica, del mundo y europea de esta prueba. Batió la plusmarca mundial de salto con pértiga femenino en un total de 28 ocasiones

El especialista de deportes de la BBC, Ben Sutherland, considera que este escándalo «deja al atletismo en una peor situación a la que se encuentra el fútbol y los casos de corrupción de la FIFA», ya que estos casos incidieron directamente en los resultados de las competiciones y hay incluso medallas empañadas, como es el caso de Liliya Shobukhova, ganadora tres veces del maratón de Chicago y en una ocasión el de Londres,

Shobukhova dice haber pagado unos quinientos mil dólares a la federación de su paí­s para encubrir un resultado positivo en un control antes de los Olí­mpicos de la capital británica. Hay otros casos, como en el futbol, que no afectaron directamente el resultado del juego.

Para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, es necesario pasar la página. Sin embargo, la sombra del dopaje sigue presente, al igual que la del meldonium, sustancia prohibida y de uso recurrente.

En Corea del Sur dos deportistas que habí­an sido exhaustivamente examinados y que contaron con el aval del COI para participar en el evento mundial dieron positivo. Para la clausura de las Olimpí­adas de Invierno se esperaba que se levantara la sanción contra la selección nacional. Sin embargo, esto no ocurrió.

*Luigi Bitetto es estudiante de la Universidad Monteávila

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