Miguel Sotomayor.-
Luego de presenciar una de las mejores actuaciones de Venezuela en unos Juegos Olímpicos, donde obtuvimos, aunque con poca inversión y mucho talento, la mejor cosecha de nuestro país en estas competiciones, un amigo me dijo que las estrellas se alinearon a favor de estos atletas, mientras que otro afirmó que la pandemia afectó la preparación de las potencias mundiales… y es así como cada quien expresó una opinión para justificar la hazaña de niños y jóvenes deportistas, quienes tuvieron que completar su desarrollo deportivo muy rápido para transformarse en buenos atletas.
Ellos pudieron materializar un sueño, donde fueron nuestros héroes y lograron unir un país polarizado, haciendo que sintamos mucho orgullo de ser venezolanos y estar en los más alto del podio.
Esa producción de medallas no se logra de la noche a la mañana. Es un trabajo de años, con esfuerzo y sacrificio. Ser constantes y así como Yulimar, Mayora, Vallenilla y Daniel Dhers (por nombrar algunos) conseguir la motivación para llegar a la meta. Quienes persiguen ese sueño, tendrán que idear paso a pasos sus objetivos y, al final, materializar el triunfo en el campo del Olimpo del deporte.
Me quedo con los logros y su talento, y sé que seguramente hay muchos niños soñadores que sueñan con asistir a los juegos del 2036, por ejemplo, repetir o mejorar las hazañas de sus héroes. Es allí donde debemos concentrar nuestros esfuerzos, en formar y brindar oportunidades a esas nuevas generaciones, mejorando el sistema deportivo nacional, potencializando el sector deportivo estudiantil (la reserva deportiva nacional) y donde nuestras selecciones nacionales lleguen a las distintas universidades del país, mientras buscan sus dos metas: una ser profesionales y otra lograr el sueño olímpico.
Hay muchas cosas por hacer y en una situación económica y social difícil para nuestra nación, el deporte puede brindar alternativas a la juventud, impulsándolos a lograr sus metas de vida y construir una sociedad con buenos valores y principios, que bien en este momento de crisis lo necesitan.
Y como se debe dar un paso a la vez… el aplicar un plan construido desde el principio que no sea científico para entender que el desarrollo del deporte es como arar en el mar. Se debe construir un plan aplicando las ciencias del deporte, generando actividades competitivas permanentes que estimulen la masificación. Luego captar a los mejores y pasarlos al desarrollo del alto rendimiento y a su vez todos los sub sistemas se conecten entre sí.
También, el Estado debe promover el desarrollo de competiciones; respetando los roles de los distintos entes no gubernamentales, que tienen mucho que aportar en este momento. Allí entran las ligas, asociaciones y federaciones, el primer paso de muchos para producir un sueño olímpico.
*Miguel íngel Sotomayor Pérez es coordinador de Deportes de la Universidad Monteávila