Willmar Tarazona.-
“Internet es un lugar peligroso”. Sí, lo es. Pero es más aún cuando el temor, el miedo y la ignorancia ganan las batallas de todos los días en esta matrix cada vez más compleja, llena de trampas, pero también de oportunidades.
No es un tema generacional. Claro que no. Algunos se atreven a decir que la web es el terreno de los millenials y los centenials, pero la verdad no es tan así. Si bien hay una suerte de patrón conductual que define a estas nuevas generaciones, proclives a la tecnología, despiertos ante los nuevos retos que supone saber cómo usar correctamente el correo electrónico o las redes sociales, hay un avance acelerado de lo que los expertos llaman “analfabetización digital”. ¡Y vaya que preocupa!
Ya no se trata solo de saber leer o escribir. Un alfabetizado digital no se comporta como un robot, haciendo lo que todos hacen de forma automática, sin criterio, sin sentido común. No usa las redes por moda o un blog para “mostrar su lado amable”.
En la “Propuesta Integral de Alfabetización Digital para el siglo XXI” escrita por Vega Velásquez (2011), para la revista Q, se dibujó un panorama que puede ser más revelador para comprender la importancia de este proceso en la formación de la sociedad moderna.
Vega Velásquez planteó que la alfabetización digital es un proceso integral que no debe verse como etapas sino como elementos que se desarrollan de forma simultánea. Para ello es vital formar las destrezas para manejar los instrumentos o herramientas tecnológicas, brindando conocimientos abundantes basados en el ejemplo práctico sobre las posibilidades y las formas de adoptar la tecnología, para estimular así el uso racional de la tecnología.
Este proceso de alfabetización digital entonces va más allá de decir “sé cómo usar Google Drive o YouTube”. Se trata más bien de lograr que un usuario sea consciente del entorno digital que lo rodea, que lo haga suyo, que lo use a su favor y en beneficio de los demás, sin mezquindades, sin intenciones ocultas. Que convierta todo ese nuevo conocimiento en el motor que impulse su desarrollo intelectual para mejorar su calidad de vida, la de sus familiares y amigos y, por ende, la de su país.
Y no hablamos del futuro, de lo que vendrá. Es una realidad ahora mismo. Toma las riendas y enfrenta tus miedos. La tecnología, para el bien común, es un gran aliado y tú, como estudiante, profesor o ciudadano común tienes el deber y el derecho de mejorar tu vida y la de los demás siendo parte de esta pujante sociedad del conocimiento, que cada día es más necesaria para la humanidad.
En este espacio nos dedicaremos a mostrarte un mundo digital cada vez más apasionante, donde las máquinas hacen el trabajo, pero los humanos decidimos. Acompáñame en este viaje virtual, donde entraremos en la matrix, como Neo y Trinity, para desentrañar sus secretos y fortalecer nuestro criterio.
*Willmar Tarazona es coordinador del postgrado de Periodismo Digital de la Universidad Monteávila