Vecinos se reencuentran mediante actividades culturales
María Laura León.-
De repente, se pudo escuchar por la ventana música que provenía de la zona común del conjunto residencial y es que, con la intención de dar un poco de esperanza, la alcaldía de Baruta comenzó a llamar la atención de los habitantes de la zona.
Allí se reunieron familias, vecinos y hasta habitantes de los alrededores que subieron solo para ser parte del espectáculo que luego se desarrolló.
Al dar las 6 de la tarde de un jueves de semana radical, se empezó a escuchar desde la zona común el anuncio de la alcaldía invitando a los vecinos a asomarse desde los balcones para el «concierto desde mi ventana».
Sin embargo, las personas prefirieron acercarse a presenciar el evento, por lo que al menos 100 personas, principalmente niños y señores de la tercera edad, se encontraron en el lugar.
Los cuales fueron acercándose mientras cantaban las canciones que son conocidas por sus mensajes sobre un futuro mejor. Entre ellas «Obviamente» de Servando, quien abrió el concierto con la frase «porque así es que el mundo va a cambiar».
La «zona roja», como se le conoce a la plaza del conjunto residencial por el piso de rojo que tiene, se convirtió en un escenario y a medida que bajaba el sol se iban acercando vecinos, saludándose con abrazos porque no se han reunido desde hace un mes y medio debido a las limitaciones que puso la misma alcaldía por el aumento de contagios de covid-19.
Al comenzar el espectáculo de Isabella Manzo y Andreína Urbina, las cantantes invitadas por la alcaldía, las personas coreaban las canciones que variaban en género, siendo el vallenato el que más recibió aplausos, debido a que la mayor parte de las personas que habitan en Las Minas son colombianos o tienen familia en el país vecino.
A pesar de que el espectáculo lo realizaron cantantes adolescentes, el reflector se lo llevaron las señoras que bailaban alrededor de la música y es que, aún siendo de la tercera edad, bailaron las 10 canciones presentadas hasta las 9 de la noche. A su vez los jóvenes se mantenían alejados de la música, simplemente observando desde la distancia.
Entre las conversaciones de quienes miraban con recelo el espectáculo musical una de las frases que destacaba era: «Yo no necesito un concierto, necesito agua», así lo expresó una joven que se encontraba con sus amigos haciendo ejercicio. Uno de los problemas que más afecta a la zona es el servicio de agua, la cual llega solo una vez a la semana.
A medida que avanzaba la noche, se notaban a los vecinos cada vez más relajados y mientras que al comienzo todos hacían uso del tapabocas, ahora solamente algunos lo utilizaban, siendo los niños que corrían por el lugar los que más lo utilizaban.
Para finalizar el concierto las cantantes entonaron «Venezuela» junto con todos los vecinos que se preparaban para regresar a sus casas, para este momento los niños ya estaban cansados, los adultos listos para regresar a casa y para los jóvenes la noche recién comenzaba.
*María Laura León es estudiante de la Universidad Monteávila