Freddery Díaz.-
23 años atrás, un joven jardinero zurdo de 18 años debutaba en la pradera central de los Navegantes del Magallanes, lleno de expectativas y tal vez nervios por usar una de las camisas más representativas del país, y que también era el campeón reinante de la liga.
Ese año solamente participó en 17 juegos, mayoritariamente como reemplazo defensivo, ya que apenas tomó 5 turnos y no conectó indiscutibles. En medio de la celebración posterior por ganar la liga por octava vez y segunda consecutiva, probablemente nadie recordaba a ese jovencito.
Hoy, ese jovencito acumula 560 juegos, 633 hits, 334 carreras anotadas, 188 carreras impulsadas, promedio vitalicio de .298, 6 títulos de la LVBP, tres de ellos con el Magallanes y cuenta con el respeto de cada jugador, dirigente, técnico, fanático, periodista y cualquiera que esté relacionado con la pelota venezolana.
Estamos hablando de Endy Chávez.
Lamentablemente para él, y su conjunto, no pudo cerrar su espectacular carrera con un título más en Venezuela. Pero su educado y potente brazo, su habilidad en los jardines, su ética de trabajo y su perenne sonrisa serán recordados en los campos venezolanos.
La campaña comenzaba para los eléctricos con una sombra: la suspensión por uso de sustancias prohibidas de Jesús “Cacao” Valdez, MVP de la campaña anterior  y de Hassan Pena, ganador del Cerrador del Año los últimos 4 periodos (el premio les fue revocado a ambos). Además, la terrible actuación en la postemporada de 2018, donde solo ganaron 2 de 10 juegos, dejaba un mal sabor de boca. Así que llegaron vía cambio estrellas como Henderson ílvarez, Wilfredo Boscan, Alex Torres y Yohan Pino, para tapar las falencias en el cuerpo de lanzadores.
Sin embargo, la campaña no inició positivamente. Aunque contaban con una fuerte ofensiva, liderada por Delmon Young y Luis Arráez, el nuevo cuerpo monticular no terminaba de carburar y muchas derrotas se acumulaban. Además, el manejo del bullpen por parte de Omar Malavé generaba más dudas que certezas.
Así que, tras 25 juegos, Malavé fue despedido y sustituido por Luis Dorante, 2 veces ganador del Mánager del año, para tratar de regresar a la nave a aguas más tranquilas, ya que poseían un récord de 11-14. La salida del importado Andy Wilkins y la llegada de Reynaldo Rodríguez y Alfredo Marte, el despertar de Wuilmer Becerra, Rayder Ascanio y Moisés Gómez, la mejoría de Yohan Pino y Wilfredo Boscan y las sobresalientes actuaciones de Delmon Young, Pedro Rodríguez, Deolis Guerra, Luis Torrens y Luis Arráez guiaron al Magallanes hasta el primer lugar con marca de 36-27. Dorante se las arregló para ganar 25 de 38 juegos, lo que lo llevó a ganar el Mánager del Año por tercera vez.
No fue el único premio para los carabobeños, ya que Pedro Rodríguez obtuvo el Cerrador del Año, Moisés Gómez fue el mejor novato, Wilfredo Boscán fue galardonado con el Regreso del Año y Delmon Young ganó el Productor del Año y el Jugador Más Valioso, el primero de la historia para el Magallanes.
Con tantos laureles para la postemporada, los Navegantes lucían enormes en la lucha para el campeonato, pero la historia fue otra. Caribes de Anzoátegui fue capaz de remontar un 0-2 para ganar la primera serie en 6 juegos, a pesar de la tórrida ofensiva de Reynaldo Rodríguez. El colombiano terminó recibiendo el MVP de la primera ronda de los playoffs dado que el Magallanes derrotó en el juego del comodín a los Tigres de Aragua.
En la semifinal, los bates magallaneros fueron neutralizados por el fuerte cuerpo de pitcheo de los Cardenales de Lara, que terminaron llevándose la serie en 6 compromisos. Así, finalizaba la campaña para ellos, mejor que la anterior, con 5-8 en los playoffs.
Los Navegantes del Magallanes tienen en su roster talento suficiente para estar, una vez más, entre los mejores equipos de la LVBP en el 2020, así que no sorprendería verlos entre los tres primeros e incluso como el campeón. Pero la esperanza de muchísimos fanáticos es poder ver en el diamante, una vez más, al eterno Endy Chávez.
Lo bueno: los premios para el club, 5 en total, incluyendo el MVP para Delmon Young
Lo malo: otra vez, el equipo fracasa en la postemporada, perdiendo ambas series. Solo ha podido avanzar a semifinales como comodín.
Lo feo: cayeron en la serie particular ante los Leones del Caracas, esta vez 3-6. Es la segunda vez en 3 años que pierden ante su eterno rival.
*Freddery Díaz es estudiante de la Universidad Monteávila