Mariana Pérez.-
Hace unos meses mientras hacía scrolling en el inicio del Facebook y le daba like a varios memes que aparecían, de repente, uno de ellos me hizo detener el pulgar y analizar lo que veía; Lana del Rey y Thom Yorke en una misma imagen.
Yo me pregunté, extrañada, cómo podían estar ellos dos en un mismo contexto siendo, en cierta forma, tan diferentes. Dando un golpecito a la pantalla del celular, apareció un párrafo explicando la situación, aparentemente Radiohead había demandado a Lana del Rey por plagio. Al ser fan de la banda inglesa, salté rápidamente a hacer mi investigación completa.
¿Cuáles eran las canciones? De parte de Lana, Get Free (de su celebrado álbum más reciente Lust for Life); mientras que de parte de Radiohead, Creep (del condenado Pablo Honey).
Al escuchar las dos canciones pensé que efectivamente se parecían bastante y en lo caradura que era Lana al negar la inspiración y quejarse de la demanda. Asimismo muchos fans de Lana del Rey le tiraban odio intensamente a Radiohead y viceversa, unos mofándose de lo poco popular y calidad y otros de la poca originalidad respectivamente.
Sin embargo, tras ver en mis recomendaciones de Youtube varios vídeos de usuarios hablando sobre el tema me encontré con algo más que cambió mi perspectiva. The Hollies había sacado una canción llamada The air that I Breathe para 1974, si bien ya la había escuchado en algún momento de mi vida -seguramente en 99.9 fm- nunca había reparado que el estribillo y puente de Creep tienen la misma melodía.
Como fan de Radiohead me sentí levemente decepcionada, pensando que quizás realmente no eran originales como se decía por ahí y que también anda de caradura, pero queriendo hacer lo que le hicieron.
Sin embargo, buscando más, descubrí que no necesariamente debía ser plagio. Los acordes usados en dichas canciones realmente son cuatro y pertenecen a los más recurrentes en la música pop. Y tampoco era el caso de que Radiohea quería sacarle dinero a Lana (sobre todo por una canción que ellos odian, lo cual se me hacía extraño).
Pero claro, con la tendencia de hoy día a buscar cualquier excusa para obtener más dinero y de tener el complejo del dueño del mundo, se pretende adueñarse incluso de una progresión simple de notas musicales como si fuera lo más original del mundo.
The Hollies llamó a juicio a Radiohead por Creep tras volverse popular -porque, ¿quién acusaría de plagio una canción que no recoge plata?- y resultó con The Hollies ganando la demanda, obligando a incluirse a sí mismos entre los compositores y a recibir parte de las regalías de Creep.
Claro, todo esto porque son de lo más original cuando realmente no fueron los primeros en usar una progresión así. En la Francia de los 60s, Aline, de Christopher, resonaba por el país con esa progresión. Curiosamente la canción misma fue acusada de plagio por Jackie Mouliere por su canción La Romance -aunque en este caso las vibras entre ambas canciones si son similares en términos generales.
Entre The air that I Breathe, Creep y Get Free hay diferencias. Los ritmos, los instrumentos, las voces, las letras, los géneros musicales… Las canciones pueden compartir lo más básico, pero en esencia son distintos. Cada canción ofrece sentimientos diferentes, puntos de vista distintos. Es como si Tolkien del Señor de los Anillos acusara a Rowling de plagio por usar la estructura del Viaje del héroe en Harry Potter. O que acusaran de plagio a George Lucas por usar en Star Wars muchos esquemas cinematográficos que aparecen la película del 36 de Flash Gordon.
En este punto de la humanidad, ninguna idea es original. Consciente o inconscientemente siempre, a la hora de crear algo, nos basaremos en algo que ya existe. Se trata de ser creativos. De agarrar aquello que esté hecho, transformarlo y combinarlo en una cosa completamente nueva.
De igual manera se puede tener un gran éxito siendo creativos. Nada más con apreciar lo revolucionario que fue Sugarhill Gang al tomar el tono de bajo de Good Times (Chic), en Rapper’s Delight, y agregarle su particular forma de cantar para así popularizar el Hip Hop y el Rap.
Incluso, me atrevería a decir que las ideas creativas podrían llegar a tener igual o más mérito que las ideas originales porque, bien pudiste ser el primero en hacerlo, pero ser el millonésimo en proponer algo que cause tanta sensación es increíble.
No obstante, si vas a usar un conjunto de acordes muy específico tomados de otros artistas y no les vas a cambiar ni siquiera el instrumento ni dar una nueva perspectiva –como les pasó a Led Zeppelin o a Shakira  con Waka Waka-, ahí sí que el tema es más peligroso y la balanza se inclina más al tema legal.
Plagio se da, pero más que todo es por falta de creatividad en lugar de originalidad. Puedes tomar elementos de otras canciones, pero si les das la vuelta, los tuerces y lo amoldas a tu perspectiva es completamente válido, le das derecho a tu obra de existir como individuo en lugar de una copia de otra.
*Mariana Pérez es estudiante de la Universidad Monteávila