Laura Méndez Sarramera.-
El historiador, abogado y politólogo Diego Bautista Urbaneja no duda en afirmar que actualmente Venezuela atraviesa una crisis política, pero asegura que la gran mayoría de los venezolanos desea una solución democrática y constitucional, y no una salida de carácter militar. El problema, según sostiene, es que el gobierno nacional se niega a escuchar las demandas populares y seguir el camino del voto, por lo cual incluso está dispuesto a convocar una Constituyente para evitar tener que someterse a elecciones.
_ ¿Actualmente en Venezuela existe una crisis política? ¿Cómo podría definirla?
_ En muchos sentidos, claro que la hay. Existe un gobierno cuya legitimidad está sumamente cuestionada por una gran mayoría de la población, un gobierno con una enorme incapacidad para resolver los problemas más básicos de la sociedad venezolana en este momento. Existe una confrontación muy aguda entre los sectores políticos y sociales del país, de manera que entre la falta de legitimidad, la ineficiencia absoluta del gobierno y la confrontación muy aguda que estamos presenciando, ya por ahí tenemos cómo justificarla. Podríamos añadir todo lo que tiene que ver con la violación de la Constitución, la degradación de poderes, la represión que estamos también presenciando de una forma muy importante y muy vulnerable, y por último la zozobra, la dificultad para generar una salida a esa situación de confrontación y fanatismo irracional que también es otro elemento crítico, es decir, el no avizorarse a corto plazo una salida democrática y constitucional a esta situación.
_ ¿Cuáles son las raíces históricas de la crisis política venezolana?
_ En general tiendo muy poco a irme a las raíces históricas y el origen de los procesos porque eso es un acontecer que se va apoyando día tras día. Si quisiéramos ponernos a buscar orígenes, uno podría designar factores como la incapacidad de dejar atrás la economía petrolera, la incapacidad para generar un sistema educativo eficiente, pero yo más bien pienso que, en el caso concreto de la Venezuela de hoy, me iría a situaciones o factores que yo no llamaría raíces históricas, porque eso es una expresión que. a mí en general, no la siento muy solemne. Esta situación de crisis hubiera tenido perfectamente una solución pacifica y normal y constitucional si se hubieran abierto los canales electorales de expresión popular establecidos en la Constitución. Puede ser el referéndum revocatorio o incluso en su momento algo tan sencillo como las elecciones regionales, pero al cerrarse la válvula de expresión popular, de la preferencia popular, que es básicamente la vía electoral, eso en mi opinión es la causa que yo identificaría como la causa inmediata de la crisis política. Irnos más atrás a buscar causas no inmediatas, sino factores más de fondo, nos lleva a un abanico de elementos todos validos pero que no es mi estilo de hacer análisis político.
_ ¿Considera usted que a lo largo de la historia venezolana, específicamente a nivel político, los civiles han tenido un papel activo o hacer política es asunto de militares?
_ Yo creo que los civiles han tenido un papel activísimo en la historia política venezolana desde 1830 para acá siempre ha estado presente un organismo vamos a llamarlo no militar, sino táctico y de fuerza que en un tiempo estuvo representada por el poder de los caudillos, como lo es propiamente la figura de un militar, le da un poder de fuerza, de control de la violencia pero no institucionalizado como unas Fuerzas Armadas formales y en el siglo XX también. Los civiles han tenido un poder muy importante y por su puesto también las Fuerzas Armadas ya institucionalizadas como tales, que podríamos ya entonces hablar de militares propiamente. Los militares también han jugado un papel muy importante y hace mucho tiempo el ejército, por lo menos durante toda la primera mitad del siglo XX, el fue la institución más organizada y más importante del país pero eso nunca quitó el papel ciudadano, ni siquiera en los momentos de mayor poder político por parte de las Fuerzas Armadas. El civil siempre jugó un papel muy importante además que, una vez más, no soy partidario de esas dicotomías de civiles o militares, yo creo que ambos factores han tenido un papel muy importante en la sociedad venezolana y en algunos momentos ha predominado uno, en otros momentos ha predominado el otro, pero en ningún momento ha desaparecido alguno de los dos del todo.
_ ¿Cree usted que actualmente los venezolanos esperan por una actuación militar en contra del gobierno?
Yo en ese sentido rechazaría esa opción, yo creo que esta crisis tiene que tener una solución civil, democrática y constitucional. Ahora, yendo a su pregunta, seguramente hay sectores que lo quisieran, sectores minoritarios y de la oposición seguramente lo quisieran, pero la gran mayoría de la oposición, es decir civilista, quiere una salida constitucional y democrática, no de carácter militar. Lo único que en este caso yo esperaría de las Fuerzas Armadas es respeto a la Constitución y que no se convierta en un factor político activo a favor del gobierno o de la oposición o de un gobierno que viole la Constitución permanentemente, sino que cumplan con su deber constitucional.
_ ¿El venezolano es educado con conciencia política?Â
No creo que se pueda generalizar, yo creo que después de los 40 años de democracia se creó, y eso se repite mucho y yo creo que es verdad, una cultura democrática, una expectativa de que el gobierno debe ser producto de la voluntad popular y cumplir en términos generales con la constitución. Ahora, cómo se traduce esa cultura política básica en distintos niveles de zonificación o de refinamiento, conocimiento político, su actitud es muy variable. Hay sectores de la sociedad democrática sumamente cívicos y de alto nivel educativo al punto de vista de la cultura democrática. Otros son mucho más elementales y mucho más radicales, en fin mucho menos proclives a conductas de tolerancia. De manera que de nuevo hay que ir al caso por caso, a puntos exactos de cultura, y no se puede generalizar diciendo que el venezolano tal o cual cosa. Hay que ver cada caso y establecer las discriminaciones que correspondan.
 _ ¿La constituyente que plantea el presidente Nicolás Maduro representa un escape de la crisis política, un desencadenante para aumentarla o una alternativa debido al fracaso del modelo político?
_ Bajo mi opinión la constituyente es una jugada política que tiene un objetivo muy preciso que es evitar una consulta electoral, un punto donde está en juego el poder del gobierno, ese es todo el sentido de esa iniciativa. En mi opinión eso no responde a ninguna convicción de fondo, ni a ningún proyecto serio, sino simplemente es una manera de evitar tener que ir a unas elecciones donde la mayoría de la población ejerce su voluntad de cambiar o mantener este gobierno y en cuanto a su relación con la crisis política. Desde luego que no es una solución para la misma. La crisis política estaría intacta en caso de se avance en el proyecto constituyente. Ojala no, pero si se avanza, para nada tiene que ver la crisis actual con la Constitución de 1999 y nadie, en serio, piensa que sea necesario reformar esa Constitución.
_ ¿Cómo pueden influir las decisiones de organismos internacionales como la ONU y la OEA en el panorama político venezolano?
_ Es un elemento de presión, nunca va ser determinante pero sí puede ser un elemento de presión fuerte y que, conjurado con la crisis interna y con la creciente deslegitimación del actual gobierno, lo obliga a entender que su mejor solución o su mejor opción es preparar una salida democrática del poder. Entonces me parece un elemento de presión muy importante, nunca va ser el que por si solo va a resolver las cosas pero sí es un factor que puede tener mucho peso en un momento dado, ayudar que el gobierno se vea obligado a buscar una solución democrática a la actual crisis.
_ ¿Cuáles son los escenarios que tienen que plantearse los sectores políticos del país para enfrentarla?¿Cuál debe ser la responsabilidad del ciudadano?Â
_ Yo creo que los venezolanos tenemos que insistir en que se implante o se adopte la solución democrática a la crisis política, que es un cambio político producido por unas elecciones. Esa tiene que ser nuestra petición básica y no salirnos de ahí, elecciones, elecciones, elecciones, elecciones, y que sea por esa vía que se produzca un cambio político. En cuanto al ciudadano, respaldar esa presión todo el tiempo, con enorme tenacidad y eso sí buscando organizarse en los distintos sectores de la sociedad para que esa presión sea cada vez más efectiva. El gran problema que tenemos aquí es que en este caso hay un gobierno que está completamente cerrado a esa opción, entonces hay que mantener una presión nacional e internacional para que el gobierno entienda que tiene que abrirse a ese tipo de soluciones.
* Laura Méndez Sarramera es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.