¿Qué piensan los jóvenes venezolanos de la Revolución Cubana?

Historia y libertad

Carlos Balladares.-

Historia y libertad

Al dictar un curso de historia de Iberoamérica considero que el estudio del siglo XX deberí­a estar centrado en el proceso de democratización. Dicho proceso ha sufrido muchos problemas pero entre ellos son tres obstáculos los fundamentales: el pretorianismo, el populismo y el comunismo. Antes de tratar el comunismo, el cual se hace protagónico en nuestro continente con la Revolución Cubana (1959-actualidad), realicé una evaluación exploratoria o entrevista sobre el conocimiento previo a mis jóvenes estudiantes. Cuando estudié pregrado en los noventa mis compañeros de clases no tení­an tan mal estima al régimen de Fidel Castro en Cuba. Ahora que soy el profesor quise identificar cómo una nueva generación que habí­a vivido en Venezuela bajo un gobierno, cuyo principal modelo es el cubano, “miraba” tanto los hechos que le dieron origen como la sociedad que generaron.

Las preguntas que les hice a cada uno (más de 50 alumnos) fueron tres, y solo podí­an responder con una oración en cada caso. La primera: ¿qué significado tiene para ti la Revolución Cubana? De todas las respuestas que dieron solo tres no usaron algún calificativo negativo, señalando que fue una revolución con un gran impacto en el mundo y la región, la cual estableció un régimen comunista. La inmensa mayorí­a le dio adjetivos como: fracaso, pobreza, tragedia, desgracia, peste, dictadura, error, retroceso de la libertad, atraso, violación de los derechos humanos, etc. El cambio con mi generación ha sido radical.

Me pregunto: ¿tení­amos que aplicar un sistema cercano al castrismo para llegar a estas conclusiones? ¿no habí­a manera que el estudio de la historia nos ayudara a prever el peligro? Pero la pregunta más importante que me hago a partir de las respuestas anteriores: ¿aprenderemos la lección? ¿nos vacunaremos en relación a modelos parecidos? En el caso de estos jóvenes la aversión es inmensa. De total horror ¿cómo la amenaza nazi o comunista en la Europa de post-Segunda Guerra y post-Guerra Frí­a? El tiempo lo dirá.

La segunda pregunta fue: ¿cuándo y cómo se instaló el régimen de la Revolución cubana? La inmensa mayorí­a sabí­a que fue a finales de los cincuenta y principio de los sesenta, y aunque escribieron “con la llegada de los Castro” no tení­an claro la forma. Y la última pregunta fue: ¿cuál fue el impacto de la Revolución cubana en Iberoamérica? Algunos señalaron que la destrucción de Venezuela, la mayorí­a resaltaron el comienzo de los conflictos en la región ante la imitación por muchos polí­ticos de la Revolución. Pero, en general, no conocí­an de la proliferación de guerrillas que quisieron emularlas ni la reacción en su contra, de modo que se puede hablar de una guerra civil en nuestro continente con diversas intensidades en cada paí­s.

A partir de estas respuestas es evidente que el interés por el tema existe. Será más fácil explicar y estudiar los detalles en relación a los mecanismos por medio de los cuales la Revolución cubana generó todos estos males. Pero muy especialmente por su capacidad de mantenerse en el poder por tanto tiempo (60 años hasta el presente). Considero que este aspecto es el más importante para aprender como cientí­ficos sociales y como ciudadanos amantes de la democracia, las libertades y la dignidad de cada persona humana. Cada vez que pienso en Cuba me aterra el hecho de su longevidad ¡Dios y el pueblo nos amparen! ¡La libertad está en nuestras manos!

*Carlos Balladares es profesor de la Universidad Monteávila

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