El ciclo llega a su fin

En 3 y 2

Freddery Dí­az.-

En 3 y 2

Como Héctor Lavoe dijo en su canción, todo tiene su final. Los ciclos tienen que cerrarse y renovarse. Los Yankees de Nueva York, tricampeones de la Serie Mundial en el 2000, no pudieron volver a ganar hasta 2009, los poderosos Lakers de principios de siglo no han podido volver a una final desde 2010, el gran Barcelona, tras la salida de Pep Guardiola, solo ha podido ganar una Champions desde la salida del español en 2012, siendo eliminados en cuartos de final 4 veces. Ningún equipo reina por siempre.

Si la década pasada fue recordada en Venezuela por la dinastí­a de los Tigres de Aragua, que llegaron a 7 finales y ganaron 5 coronas, desde 2011 en adelante vivimos en el dominio de los Caribes de Anzoátegui, que si bien no han montado una dictadura similar a la de los rayados, han clasificado a cada postemporada (9 en total), han estado en 4 finales y se han coronado 3 veces, más que ningún otro equipo

Julio Franco (campeón en 2011), Ariel Prieto (4to en 2012), Alfredo Pedrique (3ro en 2013 y subcampeón en 2014) y Omar López (campeón en 2015 y 2018, 3ro en 2017 y 4to en 2016 y 2019) han sido los encargados de dirigir a la tribu en este periodo, quienes han dominado gracias a Eliezer Alfonzo, Gorkys Hernández, Alexi Amarista, Reye Reyes, Niuman Romero, Luis Jiménez, José Castillo, Balbino Fuenmayor, José ílvarez, Andrés Santiago, Willians Astudillo y los hermanos Orlando y Oswaldo Arcia.

Sin embargo, la últimas dos campañas, aún con las clasificaciones a la postemporada, han estado llenas de muchas complicaciones. Niuman Romero, Rene Reyes y Luis Jiménez ya no ofrecen las garantí­as de otrora, Oswaldo Arcia ha batallado con las lesiones, el estatus de Alexi Amarista y Orlando Arcia limita su tiempo de juego en la liga, y la progresión de otros como Willians Astudillo, Cesar Valera y Balbino Fuenmayor hace pensar que sucederá lo mismo con ellos en el futuro.

En las dos temporadas pasadas, Caribes se ha caracterizado por las resurrecciones. En la 2017/18 llegaron a diciembre con 18-25 y ganaron 14 juegos, ocho de ellos consecutivos, para clasificar con 32-31 y llegar al campeonato. Esta temporada, la tribu llegó al último mes con marca de 19-23 y ganaron 12 de 21 para asegurar en sexto lugar con 31 victorias y 32 reveses.

En la postemporada, parecí­a que repetirí­an la hazaña anterior, ya que le ganaron al Magallanes, lí­der de la tabla, en 6 juegos, para ser el primer equipo que gana una serie de postemporada clasificando como sexto. El destino los reencontró con los Leones del Caracas en la semifinal, conjunto al cual superaron con creces 4-1 en 2018. Y en 2019 la serie también finalizó en cinco juegos, pero fueron los melenudos los que salieron airosos. Muy recordada será la barrida de los melenudos en Puerto La Cruz, después de que los orientales llevaran 10 lauros consecutivos en su patio en los playoffs.

El cierre de la campaña para Caribes también significó la salida de Omar López como mánager, habiendo dejado récord de 170-146 en temporada regular; 35-27 en playoffs; 8-3 en finales y 6-4 en series del caribe.

Vienen tiempos de cambio para la tribu oriental; ya no es tan imbatible (es la primera vez que termina con récord negativo desde la 2009/10, en la que lograron 22-41) y sus grandes estrellas ya están en las postrimerí­as de su carrera o están jugando más en la MLB, lo que reducirá su presencia aquí­. La generación de relevo debe nacer de inmediato si no quieren ver cortada su racha de clasificaciones en 2020.

Lo bueno: la novena clasificación consecutiva. La espectacular actuación de Willians Astudillo.

Lo malo: es la segunda campaña en la que clasifican con el agua al cuello. De seguir así­ eventualmente se quedaran sin tiempo.

Lo feo: quedar eliminados con tres derrotas seguidas ante su publico.

*Freddery Dí­az es estudiante de la Universidad Monteávila

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