El cinturón negro
Francisco Blanco.- Esto es un hecho de la vida real. Desde que tengo uso de razón me han gustado las artes marciales, mi niñez toda era ver las tortugas ninjas y jugar con los muñecos de esa franquicia que tenía en casa. Es un gusto capaz genético, capaz infundado, lo cierto es que dos de mis primos mayores son artistas marciales, hicieron de ese deporte su vida, su marca personal…