El fracaso de la izquierda
Alicia Álamo Bartolomé.- Aunque respeto -hasta donde es posible- todas las posiciones políticas, no me caen muy bien los extremos, ni los fanáticos: los hago responsables de gran parte de los sinsabores de este mundo. Un ejemplo: la cacareada Revolución Francesa cuyo aporte a nuestra civilización se canta en política, en filosofía, sociología, economía, etc. Muy cierto, ¿pero a qué costo? Al altísimo precio del terror, gran cantidad de sangre…