Para conmemorar el Día Internacional de la Discapacidad, los diez años de la Especialización en Atención Psicoeducativa del Autismo (EAPA) y los 15 años del Centro de Estudios para la Discapacidad (CEDISC) de la Universidad Monteávila, realizamos el cine foro del documental “Quererla es crearla”.
La película, dirigida por Cecilia Barriga, recoge algunas historias de España que han impulsado el trabajo por la educación inclusiva: la lucha legal de la familia Calleja por el derecho de su hijo Rubén a estudiar en un centro ordinario, el encuentro del grupo Estudiantes por la Inclusión con la Ministra de Educación de España, el recorrido de Raúl Aguirre y su familia para ejercer su autonomía, las redes de apoyo mutuo entre familias que han ido surgiendo y el proceso de transformación colectiva del colegio La Parra para dar cabida y respuesta a todo su alumnado.
De acuerdo con Selene Monteverde, codirectora del CEDISC, “desde el enfoque de la cultura española nos muestran muchas realidades que vivimos también en el día a día de la discapacidad en Venezuela”.
Para Monteverde, la cinta debería servir de invitación para trabajar en conjunto el tema de la inclusión, el cual también debe considerarse como una meta. Previo a la proyección del documental, la codirectora del centro señaló cuatro puntos a rescatar y reflexionar.
El primero de ellos es que la familia es siempre quien da el primer paso para el desarrollo de las políticas públicas, los cambios legislativos y la lucha por los derechos humanos. En segundo lugar, que la inclusión requiere la colaboración de otros colectivos y poblaciones. “No podemos trabajar parcelados. Respetando las identidades y necesidades individuales podemos caminar hacia el bienestar de todos”, dijo al respecto.
El tercer punto que destacó Monteverde fue que la verdadera meta es el derecho al disfrute de la vida plena. “La autonomía de la persona con discapacidad es nuestro objetivo primordial”, afirmó.
El último elemento que indicó fue relacionado al trabajo del CEDISC en los últimos años, en los que ha hecho presencia en más de 15 colegios de diferentes estratos y necesidades. Allí, el centro de estudios ha encontrado educadores preocupados y dispuestos a transformar las escuelas en inclusivas.
“Venezuela con sus realidades tiene educadores con gran corazón, dispuestos a trabajar por la inclusión. La diferencia está en que les ofrezcamos herramientas prácticas, que les llevemos realmente la posibilidad de hacerlo”, expresó Monteverde.
La codirectora del CEDISC también agradeció a los aliados por su afecto y confianza con las iniciativas del centro a lo largo de los años, considerándolos “el músculo que hace avanzar” al centro de estudios.
“Para cambiar el paradigma tenemos que educar, no tenemos que obligar”, concluyó Monteverde en su presentación.
Tras la proyección del documental, los invitados, que incluyeron a profesionales, padres y a estudiantes de Educación, compartieron sus opiniones y reflexiones. Tibaire Labrador, coordinadora académica del CEDISC, fue la moderadora del foro. Labrador instó a que lo comentado estuviera también dirigido hacia las actividades cotidianas de cada quien.
Algunos de los puntos que se resaltaron fue la importancia del proceso de transformación interna y de construcción que debe tener la familia, la persona y la escuela en torno a la educación inclusiva.
“La escuela es una ventana para llegar a la verdadera inclusión”, dijo María Isabel Francisco, representante del Colegio Universitario de Psicopedagogía.
Selene Monteverde también resaltó que uno de los objetivos de la educación inclusiva es que la persona con discapacidad no siga siendo ajena al resto de la sociedad.
Así mismo, en otras intervenciones se mencionó que el entorno va a marcar la diferencia, por lo que existe la necesidad de transformar no sólo las mentes sino también los corazones de las personas.
Una vez terminado el foro, los asistentes y el equipo del CEDISC cantaron cumpleaños tanto al centro de estudios como a la especialización en los espacios de la pérgola.