El Centro de Estudios para la Discapacidad de la Universidad Monteávila (CEDISC), a través del programa “Leo, juego y aprendo” del Centro de Innovación, Calidad Educativa e Inteligencia de la Universidad Metropolitana, dictó la conferencia “Atención pedagógica y diversidad en el aula” en el auditorio Francesca Pensieri de la UNIMET.
A lo largo de la conferencia, las profesoras Selene Monteverde, Rebeca Estefano y Nelly Goncalves conversaron sobre mitos y realidades sobre la discapacidad, el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y algunas sugerencias para la enseñanza de la lectura y escritura de manera inclusiva.

“Los docentes somos la herramienta. Somos la estructura. Somos la estrategia. Somos la luz que tiene el niño. A veces somos lo único que tiene”, afirmó Nelly Goncalves, coordinadora académica del CEDISC, sobre el rol de los educadores en la atención de la diversidad en las escuelas.
La profesora Goncalves señaló que ciertas características del docente inclusivo son el ser amoroso, empático, creativo y respetuoso. Destacó que no existe una receta única para manejar la diversidad en el aula, pero que acciones como establecer límites, crear un espacio de aprendizaje seguro, y ofrecer apoyo a los alumnos son fundamentales.
“No llenamos vasijas, nosotros estamos creando ciudadanos”, afirmó.

Las sugerencias que mencionó Goncalves para la enseñanza de la lectura y escritura incluyeron iniciativas para fortalecer la memoria, favorecer la atención y concentración, y manejar la ansiedad y frustración.
Para lograr una atención pedagógica diferenciada, la profesora Rebeca Estefano hizo énfasis en la importancia de conocer al estudiantado e identificar las posibles barreras que los docentes puedan tener en el manejo de los alumnos.
En tal sentido, Estefano indicó que el DUA busca alcanzar el máximo potencial de los estudiantes, ya que su objetivo es la planificación para que todos ellos alcancen el éxito de aprendizaje.

Selene Monteverde, directora del CEDISC, explicó que las barreras que los maestros deben superar son las actitudinales y las curriculares. Para poder lograrlo, es necesario que se cambie la mirada y el enfoque en torno a la discapacidad.
Monteverde describió que los enfoques más comunes hacia la discapacidad son el caritativo y el médico, que cuentan con limitaciones en el manejo de la diversidad en el aula.
A través del enfoque caritativo es posible que se tenga la creencia de que se brinda ayuda a las personas con discapacidad porque “uno sabe lo que necesitan”, cuando en realidad no es el caso. Mientras, en el enfoque médico, se corre el riesgo de que el niño con discapacidad sea el único que debe adaptarse a su entorno.

En la medida en que se comience a incluir al estudiante considerando sus características, es posible el desarrollo de un enfoque del modelo social y un enfoque basado en los derechos humanos. Las recomendaciones generales para ello, de acuerdo con Monteverde, son la implicación y compromiso por parte del maestro, la representación, la acción y la expresión.
