El trabajo en equipo, formar alianzas, estar bien informados e investigar forman parte de la receta necesaria para evitar ser víctimas de las fake news. Este fue el tema del foro “Desinformación en salsa”, organizado por la Monteávila, la Unión Europea, Transparencia Venezuela y el portal espaja.com, a propósito del tercer aniversario de este site que se encarga de “cazar” noticias falsas.
Geet Anckaert, jefe de la Unión Europea en Venezuela, expresó en la apertura del evento su inquietud por el incremento de las noticias falsas en la sociedad. “En la actualidad, representan uno de los fenómenos más preocupantes que existen, pues nos hacen vulnerables”. Las comparó con un monstruo de mil cabezas, que fortalece sus raíces y se multiplica en la opacidad informativa, en conflictos como la guerra y las pandemias.
Las fake news mantienen alerta a la delegación europea, a las escuelas de Comunicación Social de las universidades del país, así como a organizaciones nacionales e internacionales, porque entre sus objetivos están causar pánico en la población, sembrar la desconfianza y apoyar movimientos contrarios a los valores, valiéndose de la tecnología.
Víctor Amaya, director de espaja.com, presentó los resultados de tres años de investigaciones sobre este tema. De un total de 1638 notas analizadas, 67% resultaron ser falsas. En la categoría de “Así lo dijeron”, que guarda relación con la vocería de altos funcionarios del gobierno, el indicador “mensajes engañosos o manipulados” alcanzó 69%. De acuerdo con las cifras que manejan, las informaciones falsas fueron detectadas, sobre todo, durante la pandemia del covid-19.
Mercedes de Freitas, directora y fundadora de Transparencia Venezuela, se conectó desde España para conversar sobre cómo nació la organización, los aliados y los propósitos de su equipo de trabajo. Entre ellos se encuentra dar visibilidad a lo que ocurre con las noticias falsas, ponerlas al descubierto.
Desde Buenos Aires, Pablo Fernández, director ejecutivo de “Chequeando”, contó cómo esta organización creó una plataforma que permite comparar voces, discursos, imágenes y textos informativos sobre contenido político, económico, índices de pobreza, en siete países de la región.
El venezolano Giancarlo Fiorella, en línea desde Ámsterdam, explicó cómo resolvieron el caso de la muerte de un manifestante en Bogotá a través de las “fuentes abiertas”, es decir, con información que aparecía en las redes sociales: imágenes de alta resolución satelital, videos tomados por los manifestantes y fotografías. El trabajo mereció el “Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar”.
Adrián González, director de Caza fake news, habló desde Chile sobre las granjas de bots, trolls y otros programas automatizados que son utilizados en las redes sociales para atacar moralmente a personas, crear tendencias e influir sobre la opinión pública.
La conclusión es clara: las fake news amenazan la vida en sociedad porque van contra el derecho a la información. Los comunicadores cuentan con herramientas para combatirlas, y no solo tecnológicas. La formación del criterio para discernir lo importante, lo verdadero, lo bueno es obligación para cada uno de ellos. La universidad es ámbito privilegiado para esa formación porque es espacio de pensamiento, de diálogo y de búsqueda de la verdad.