Egresada de la Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, se desempeña desde el 2019 como abogada en el escritorio jurídico Tinoco, Travieso, Planchart y Núñez, en el Departamento de Derecho Constitucional y Administrativo, y en el Departamento de Propiedad Intelectual. Gabriela D’Argento es especialista en Propiedad Intelectual por la Universidad Monteávila, miembro de la primera promoción de egresados de la Especialización en Propiedad Intelectual (EPROI).
Mi interés por la Propiedad Intelectual nació en mis últimos años de pregrado, luego de haber asistido a algunos foros y cursar Práctica Forense en Propiedad Intelectual. No obstante, al graduarme, descubrí que las oportunidades de cursar un programa de Especialización en esta materia eran, si no imposibles, un poco lejanas. Para ese entonces, ninguna institución educativa en Caracas lo ofrecía (o no que yo supiera) y, por otro lado, la dificultad que suponía indagar en otras opciones se agudizó con la llegada de la pandemia por COVID-19. Cuando me percaté de que la Universidad Monteávila, en pleno transcurso de la pandemia, comenzaba a brindar la Especialización en Propiedad Intelectual (EPROI), decidí inscribirme de inmediato, convirtiéndose en el centro de mis intereses académicos, a la par de una proyección laboral sostenible.
¡Ser parte de la primera promoción de egresados de la EPROI fue toda una aventura! Desempeñarse como trabajador y estudiante en medio de una crisis mundial está un poco más lejos del término “difícil”. Adaptarnos a las clases a distancia, sin ningún tipo de experiencia previa dado el privilegio anterior consistente en la presencialidad en las aulas de clase fue un reto. Sin embargo, la Universidad Monteávila y su cuerpo docente estuvieron siempre a la altura de la dificultad, logrando que pudiésemos aprovechar cada encuentro, cada oportunidad, para obtener increíbles conocimientos de los más destacados profesionales. Tuvimos profesores de una calidad humana y académica inigualable, y la Coordinación de la EPROI nos prestó el mejor de los apoyos en este camino.
Por otro lado, este programa fue un puente para conectar con excelentes profesionales, conformando una red de apoyo digna de admirar. Coincidir con tantas personas inteligentes, creativas, con ideas disruptivas y, ante todo, con muchas ganas de hacer las cosas bien, es uno de los mayores beneficios de haber cursado la EPROI.
Asimismo, tuve la oportunidad de formarme en un área de mi interés, ya que la UMA tuvo la innovadora iniciativa de lanzar el Curso Internacional de Derecho de la Moda (Fashion Law) de la mano de dos grandes conocedoras del área.
En cuanto al ejercicio profesional, mi paso por la Monteávila me ha permitido formular más y mejores soluciones adaptadas a la realidad nacional e internacional, procurando una adecuada gestión de activos intelectuales, cubriendo de forma totalmente exitosa las necesidades de nuestros clientes, así como prestar asesorías más integrales, dándole un valor agregado a nuestros servicios.
Ser especialista en Propiedad Intelectual ha cambiado, incluso, mi visión del mundo. Y ser parte de la comunidad de la Monteávila ha sido más que una grata experiencia.
Hoy, más que nunca, me queda claro que inscribirme en la UMA fue una buena decisión, una decisión que volvería a tomar y que alentaría a otros a adoptar.
