Tiene más de 15 años de experiencia en la industria del marketing. Es emprendedor, estratega digital y EXMA speaker, así como CEO y fundador de LAFKN Agencia. Cuenta con una maestría en Mercadeo por el IESA y cursó el programa Driving Digital Strategy de Harvard Business School. Co-fundador de Radio UMA, Andrés Dielingen es egresado de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.
Yo emprendí a los 23 años con mi primera agencia en Panamá, Viral Agencia Digital. La desarrollé por tres años y desde ahí yo sabía que mi camino era 100% estar en el mundo del marketing y la publicidad. Lo sabía, de hecho, en el momento en que en la universidad vi Publicidad y Mercadeo. Siempre tuve afinidad por ese tipo de materias como Radio, donde se me daba bien la locución y la comunicación, y Eventos, donde se me daba bien la producción. Ahí entendí que mi camino como profesional era uno vinculado con el tema de comunicación y eventos. Me di cuenta que me gustaba liderar equipos, que me gustaba liderar procesos y así fue que empecé a fundar empresas.
Con una mentalidad emprendedora, siendo tan joven, muchas veces cometes muchos errores porque no tienes una visión estratégica de modelo de negocios, negocios, facturación, etc. En ese momento, con esa empresa en Panamá, me fue increíble, pero al no tener la visión lo veía como un side hustle (porque yo también trabajaba en una empresa en Colombia que tenía mis papeles) y era como un emprendedor sin riesgo que veía su emprendimiento como una fuente de ingreso extra. Cuando yo miro para atrás, si yo le hubiera puesto más esfuerzo a esa empresa probablemente ahora fuera una de las principales agencias de Panamá. Pasó el tiempo y cierro esa agencia porque empezaron a emigrar venezolanos que ofrecían servicios digitales a precios muy económicos y no era rentable sostener la operación. Monté después una agencia en Estados Unidos en Miami, llamada Milk Media Group. La empecé de cero y a los seis meses ya estábamos con diez clientes, nos fue excelente, pero lastimosamente no llegué a tener una visa de talentos, así que me regresé a Colombia. Allí desarrollé una agencia llamada Sí Señor Agencia, y luego de abrir unos cinco mercados renuncié y me dediqué a crear la mía.
Así es como nace LAFKN Agencia, entendiendo una necesidad de mercado, porque trabajando en tres agencias mías y en multinacionales de publicidad me di cuenta de que en el mundo del marketing y la publicidad, especialmente en las agencias, falta un tema de autenticidad. Y más que autenticidad, un tema de conciencia y optimización de recursos, porque muchas veces te dicen “Vamos a crear una estrategias de redes” y se hace una basada sobre una foto o un video bonito, pero al final nunca se ve el ecosistema digital completo, el qué me aporta cada táctica de marketing y cómo conscientemente optimizo los recursos de mi organización para que cada táctica que yo haga (redes sociales, anuncios, e-mail marketing, etc.) me traiga un retorno de la inversión que al final se traduzca en facturación para mi negocio o para mi modelo de negocio. Entonces, nace esta agencia desde mis aprendizajes, las cosas que no me gustaron de la industria, cosas que viví que me parecían de lo último, por gente que trabajaba no tanto por el servicio o por un propósito de servir a las marcas y a las personas desde una pasión por el marketing, sino por un trabajo por ego. En LAFKN Agencia se está vinculado con la conciencia, el propósito, el amor por el trabajo, y es por eso que la agencia se ha vuelto muy magnética con los tipos de clientes que trabaja: marcas personales de psicología, coaches holísticos, fintechs que se encargan de cambiar y facilitar la vida a miles de migrantes en el mundo. Al tener la agencia ese ADN constituido me ha permitido atraer a empresas que también tienen esa misma filosofía.
La head creativa de la agencia es Estela, mi mano derecha, quien me ha ayudado a construir ese ADN y mi marca personal. La parte de creatividad disruptiva comenzó con ella. Estela es una persona muy holística y por alguna razón conectamos, y desde esa conexión que tiene con absolutamente todo, logra crear unas piezas que trascienden un poquito los conceptos habituales. Partimos de un entendimiento de la data pero ella lo conecta con su tema holístico y logra un match que yo siento que es imposible que alguien más tenga, porque es algo que va desde lo más místico -que al juntar con la data- es como un triángulo de elementos que hacen que la oferta sea muy competitiva. Lo que diferencia a LAFKN Agencia es que yo no pongo números de negocio, es decir, yo sobre esa meta de facturación que tú tienes hago el despliegue de lo que va a ser tu estrategia digital: qué tenemos que hacer para que tus redes sociales vendan, para que tú logres aportar al porcentaje de facturación que tienes, qué hay que hacer en pauta para lograr esa meta, qué tengo que hacer en e-mail marketing… Porque también pasa que el mundo digital se ha vuelto muy efímero, en el que la gente se concentra en lo que queda atractivo y ya, cuando realmente es un esfuerzo y una inversión que se está haciendo.
Por otro lado, para poder decirte qué necesitas yo también necesito entender tu negocio, entonces yo empiezo a preguntar de frente: cuánto estás facturando, qué es lo que más te funciona, por qué tuviste este tipo de facturación aquí, por qué bajaste acá. Es como ir al doctor: tú necesitas A, B, C y D y esto es lo que cuesta. Y si hace falta priorizar recursos, para mí entonces lo que más necesitas es A y B y con eso arrancamos. Con ese retorno de la inversión, lo invertimos en los otros refuerzos. Entonces es bastante flexible y es un servicio bajo demanda, en el sentido de “zapatero a su zapato”, no todo el mundo necesita exactamente lo mismo. Quizá un cliente necesita un tema de ads o de fidelización, o capaz hay otro que sí necesita una estrategia robusta de contenido. Ese es otro problema que hemos visto en marketing, que se generaliza todo pensando que lo mismo le va a funcionar a todo el mundo, y no es así. Hay negocios que son B2B, con los que una estrategia en Linkedin les funciona de forma increíble, pero hay otros que son B2C, con los que quizás Tik Tok sea el camino para escalar sus ventas. Hay muchas tácticas que implementar dependiendo del negocio.
Otra cosa importante es el talento híbrido. Un gran aprendizaje que me dio la pandemia fue que no necesitamos estar presentes. Estela, mi creativa, está en Madrid. Uno de los cargos que tenemos es de “Sobrinity Manager” y está en Venezuela, tenemos a otro que está en Colombia, otro en Estados Unidos… Desde los 23 tengo mucho tiempo trabajando con gente alrededor del mundo y como los servicios de LAFKN Agencia son bajo demanda, lo que yo hago es que contacto dentro de esa red de conocidos a aquellos especialistas según lo que vaya necesitando el cliente: ¿Un cliente necesita SEO? Tengo la persona ideal en España; ¿Necesito desarrollar un e-commerce? Tengo un proveedor alucinante en Miami que lo hace tal cual como yo quiero. Con la pandemia todos aprendimos a lidiar con la virtualidad y eso me permite también a mí ofrecer un servicio offshore. Un servicio con la calidad de Europa pero que lo ofrezco desde Latinoamérica.
Por la pandemia yo también comencé a desarrollar mi marca personal. Así, entra a mi vida un programa de speakers que se llama EXMA. EXMA es un bureau de speakers internacional y me certifiqué en ese grupo, donde estaba gente como Erika de la Vega y directores de películas de Netflix. Yo me preguntaba qué hacía ahí, si era sólo un empresario. Sufrí el síndrome del impostor. Pero de esa promoción de speakers mi conferencia fue la más destacada, fui el que tuve mayor puntaje, y desde ahí empecé a entender que más allá de tener una empresa, también vengo a educar y enseñar. A raíz de la pandemia, evidentemente hubo muchas presentaciones en Zoom, en las que al final hubo más de diez mil asistentes. La última cita fue para México para dar una conferencia con Tony Robbins, a la cual lastimosamente no pude ir por temas de agenda. Pero ha sido una experiencia muy valiosa porque cuando no estoy aprendiendo, estoy enseñando. En el marketing tú nunca paras de aprender, algo que siento que aplica a cualquier industria. Sin embargo, en el mundo digital el consumidor cambia todos los días, cambia el algoritmo, el consumidor ya no quiere un video de un minuto sino de quince segundos. Entonces, como profesional, tengo que estudiar, tengo que entender los reportes, las cifras, qué está pasando. Eso a mí me apasiona y me da la posibilidad de absorber ese conocimiento como una esponja y de democratizarlo, tanto en mis plataformas como en mis conferencias. Por eso siempre digo que cuando no estoy aprendiendo, estoy enseñando.
Cuando yo terminé la universidad mi mentalidad era de querer estudiar de frente la maestría para tenerla en mi currículum y salir a cazar el mundo corporativo y el mundo profesional. Me inscribí en el IESA y la formación me ayudó muchísimo. Siempre digo que estas formaciones te ayudan para dos cosas: para el ego del currículum y para lo que estás haciendo en el momento. Cuando yo hice esa maestría estaba trabajando en una agencia y todo ese conocimiento adquirido lo deposité allí. Desarrollé el departamento de analítica y medios, crecí el negocio, desarrollé nuevos modelos de negocio dentro de la agencia y eso me permitió aplicarlo para los otros proyectos en los que estaba trabajando. Después sentí la necesidad de estudiar y aprender otra vez. Conocía de antes el programa de Driving Digital Strategy de Harvard, pero no llegaba nunca el momento de hacerlo hasta que se me presentó la facilidad de que la empresa en la que estaba trabajando en aquel entonces lo pagó por mí. El programa como tal dura un mes, es un curso ejecutivo en el que Harvard después te ofrece otros más cortos pero igual de profundos. Con la pandemia pasaron el programa a digital, cuyo desarrollo tecnológico fue muy bueno. Lo que aprendí en el programa me sigue ayudando hoy. Analizamos casos y modelos de negocios de empresas como Booking.com, Buzzfeed, Uber, Amazon, Alibaba, Dell, entre otros. Esto me permitió desarrollar metodologías propias de análisis y estrategias que incluso he aplicado para los mismos servicios de LAFKN Agencia.
Cuando salí del colegio me gustaba mucho ir de fiesta y pensé que eso también era porque me gustan las relaciones interpersonales. Por eso decidí estudiar Comunicación Social. Yo nunca hice propedéutico, no estudiaba para nada. De hecho, no quedé en la Monteávila y tuve que escribir una carta al rector de ese momento para que me aceptaran. Yo ya me había conectado mucho con la universidad porque me gustaba que era pequeña y cercana a mi casa, no me exigía mucha adaptación. Había gente de mi colegio que iba a estudiar en la Monteávila también, así que por eso también quería entrar. Afortunadamente me aceptaron la carta.
El perfil integral que te brinda la carrera de Comunicación Social en la Monteávila me ayudó para a su vez perfilar el campo al que yo quería dedicarme. Como siempre me gustaron muchas cosas del arte de comunicar, con la carrera pude ver periodismo, radio y televisión. Fue muy bonito porque cada año, a pesar que yo dijera que lo hacía porque me gustaban las fiestas, en realidad yo conectaba con la parte artística de ser Comunicador Social. Por ejemplo, el arte de escribir. Me gustaba la parte investigativa del proceso antes de la redacción. Luego, la radio me apasionó tanto que yo fundé Radio UMA con una amiga como proyecto de tesis, una experiencia hermosa y que quedó como un legado para la universidad. La parte de locución me encantó y estuve en un reality show en La Mega para ser voz de la emisora. Después cuando vi Televisión descubrí que no me gustaba tanto la cámara, pero sí me gustaba la puesta en escena y la oratoria, el estar comunicando. Todo eso lo veo muy plasmado en quien soy ahora en mis redes sociales, en mi podcast. Pude en medio de esa diversidad ver qué me gustaba y definir el tipo de profesional que quería ser a futuro.
En cuanto a recuerdos creo que hay muchos. Al ser la Monteávila una universidad tan pequeña te da la posibilidad de conocer a muchas personas. Tuve amistades importantísimas. Recuerdo vívidamente al profesor Ricoy y a la profesora Joyce porque fui el único de mi promoción que reparó Literatura. Recuerdo que dormía en los huecos, iba al carro a dormir siestas. Recuerdo que una vez choqué mi carro en el estacionamiento. Recuerdo las empanadas de Víctor, que nunca fallan. Ayudé con algunas ideas y eventos del CEUMA porque mis amigos estaban dentro, aunque nunca participé activamente en el centro de estudiantes como tal.
He llegado a trabajar con egresados de otras promociones. Hay gente incluso a las que les he hecho mentorías uno a uno con sus negocios. Una amiga montó una empresa de gemas preciosas en Miami y le ayudé a desarrollar toda la estrategia de comunicación. Luego trabajé con una creadora de contenido, y le di ideas para generar más monetización de sus canales digitales. La familia de un amigo tiene un spa y me reuní con ellos para ayudarles con su estrategia digital.
Me llena de orgullo compartir mi historia como egresado porque muchas veces en el camino, mucho más cuando emigras, tiendes a olvidar tus raíces. Entras en un estado de piloto automático, en el que sólo te enfocas en el hacer y hacer y hacer. Pero gracias a Dios y en el transcurso de mi crecimiento personal he tomado la pausa, y volver a Venezuela desde otra óptica, de venir a servir, a trabajar, a dar conferencias, a volver a la Monteávila y compartir me parece muy bonito. Realmente me hace pensar que este lugar sí formó a esta persona que es hoy Andrés.
Mis planes para el futuro son montar mi carrera de conferencias, verticalizar mi negocio a toda la parte educativa, crecer LAFKN Agencia y vivir una vida plena, tranquila.