La mediación es la búsqueda y evaluación de posibles soluciones, pero también es equilibrio, reconocer y respetar al otro, ser justo, buscar la verdad y la paz. Estas premisas inspiran el curso “Mediación como mecanismo para garantizar los derechos económicos, sociales y culturales”, que dicta la Monteávila en alianza con la Embajada de la República de Alemania en Venezuela y la Asociación Civil Paz Activa.
Este programa ya cuenta con dos promociones de egresados, 56 profesionales que están capacitados para actuar como promotores de la paz. Sin duda, jugarán un papel importante a la hora de buscar soluciones y acuerdos entre partes en conflicto.
En la entrega de certificados, Gerardo Fernández López, presidente del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de la universidad, recordó que la consecución de la justicia es la base para vivir en sociedad. Afirmó que la mediación podría ser el futuro, pues no solo representa una alternativa a la justicia ordinaria, sino que en muchos casos se constituye en una forma adelantada de la resolución de conflictos entre los actores sociales.
Señaló que la mediación debe ser expedita, objetiva y prudente, porque “es el ejercicio del arte de la vida con otros”. Su principal objetivo radica en la búsqueda de soluciones y de justicia, que se traduce en conseguir la verdad con y para el prójimo.
Luis Cedeño, director ejecutivo de la Asociación Civil Paz Activa, aseguró que con este curso se democratiza la justicia y se masifica el derecho. “La justicia es la base fundamental de ser bueno”, señaló.
La Monteávila, junto a sus aliados, ofrece este programa que es único en el país y responde a necesidades reales de la sociedad. Gracias a la exitosa experiencia, ofrecerá el próximo año un diplomado de mediadores.