La primera edición del Diplomado en Derecho Arrendaticio Inmobiliario llegó exitosamente a su fin. Doce nuevos graduados ahora llevan consigo una serie de herramientas y saberes que les permitirán ser mejores profesionales en materia arrendaticia.
La entrega de certificados a los estudiantes del diplomado se realizó el 27 de abril en el Auditorio Principal de la Universidad Monteávila. Durante el acto de grado se recalcó tanto la importancia del área inquilinaria para el país como de la necesidad de personas capacitadas para la asesoría y el manejo de conflictos ligados a ella.
“Toda esta actividad tiene impacto sobre la economía y además tiene impacto sobre la vida de los individuos. Esta área del Derecho, que es la más visible diría yo, es como una bisagra entre la vida de las personas, sus bienes, las relaciones con las demás y el Estado; porque se relaciona con el trabajo, se relaciona con el techo y en el techo viven nuestras familias, viven nuestros hijos y en última instancia se relacionan también con los derechos de los menores”, afirmó en sus palabras de apertura Gerardo Fernández, presidente del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de la Monteávila.
Fernández también resaltó el impacto de las políticas de arrendamiento en el emprendimiento, con las cuales ejemplificó que pueden apoyar a los emprendedores a conseguir espacios de arriendo con contratos de arrendamiento de fácil apertura y cierre.
En sus palabras de bienvenida, el coordinador académico del diplomado, Irving Maurell, destacó su intencionalidad y los objetivos trazados que permitieron un desarrollo satisfactorio. Sobre la formación intelectual, ética y práctica que recibieron los cursantes del diplomado comentó: “Así cerramos la figura con los tres vértices que configuran el triángulo equilátero de un buen profesional del Derecho, que es antes una buena persona”.
En representación del cuerpo docente del diplomado, la profesora Teresa Borges también dio unas palabras, en las que señaló cómo el curso de estudios representó la consolidación de un anhelo por parte de profesionales dedicados al área del Derecho Arrendaticio Inmobiliario y lo innovador del pensum, que rompe paradigmas. “Dimos la talla todos: ustedes como alumnos, la universidad apoyando y nosotros como docentes. Pero seguro todavía nos queda mucho que mejorar para seguir brillando y espero que en algunos años seamos las luces que alumbran a un país que nos necesita con urgencia”, añadió.
José Ramón Solorzano Perdomo, graduando que ocupó el primer puesto de la promoción, fue el encargado de hacer el cierre al acto.
“La educación ha evolucionado mucho desde los tiempos de Aristóteles, pero su objetivo sigue siendo el mismo: formar individuos capaces de contribuir con la sociedad y el progreso humano. Y para lograr esto es fundamental que los profesores sientan pasión por enseñar y un profundo afecto por sus alumnos. Cada profesor en este diplomado dejó una huella, porque son seres humanos cercanos. Esta universidad cuenta con un excelente equipo. Desde que uno entra respira buena atención y amabilidad, y eso es lo que la distingue”, aseveró.
Al finalizar la ceremonia, estudiantes y profesores compartieron sus perspectivas acerca del Diplomado en Derecho Arrendaticio como experiencia.
“Mi experiencia fue muy enriquecedora ya que uno viene buscando conocimientos mayores y aquí los pudimos encontrar, entonces el objetivo fue logrado. Me llevo mucho conocimiento. Hacen falta muchos profesionales en el Derecho Inmobiliario, así que los animaría a participar en una segunda edición del Diplomado”. María Gabriela Tovar Ríos, estudiante de Derecho
“Fue realmente más de lo que esperaba, porque el trato entre profesores y alumnos fue más un conversatorio de día a día donde íbamos descubriendo conocimientos, descubriendo verdades y donde fueron muy afectuosos con nosotros. Me aportó conocimiento y me aportó mucho en la parte humana porque vimos la ética mucho más práctica, mucho más dinámica. Realmente este diplomado es extraordinario. A pesar de que uno piense que puede saber de esta rama del Derecho, pues no sabemos. Estamos en una etapa de descubrimiento y creo que a través de este conocimiento podemos ir transformando las desigualdades que existen (en el área)” José Ramón Solorzano Perdomo, abogado. Primero de la promoción de la primera edición del Diplomado en Derecho Arrendaticio Inmobiliario
“Creo que a nivel profesional nos aportó muchísimas herramientas para atacar distintas situaciones que se puedan presentar o que se están presentando actualmente en materia arrendaticia y son súper necesarias para abordar todos los temas que se están llevando o que están en tribunales. Yo creo que tanto a los abogados como a los no abogados nos interesaría muchísimo este tema. Todos tenemos alguna propiedad sea en arrendamiento o no, o tenemos un familiar, un amigo que tiene algún inconveniente que resolver al respecto, así que los animaría a todos a que participen y sean parte de esta hermosa y gran experiencia”. Mariana Carreño, abogado egresada de la Universidad Monteávila.
“De alguna forma todo lo que yo aprendí, todos los conocimientos adquiridos, yo los colocaba en práctica. Trabajo en esa área de arrendamientos y la verdad es que me sirvió de mucho. Es invaluable la cantidad de conocimientos que uno adquiere en poco tiempo. Es más, quería hasta más. Siempre tuve muchas dudas con respecto al área arrendaticia, pero en este diplomado yo aprendí a tapar estos vacíos gracias a los conocimientos que aportaban los maestros, los eruditos de la materia”. Franklin Hidalgo, abogado.
“Tremendo diplomado, ojalá que la gente pueda inscribirse en las próximas ediciones. Me voy con conocimiento y estoy viendo de otra manera lo que es el arrendamiento inmobiliario. Aprendí cosas aquí, dictadas por jueces y profesores dedicados a la materia, que yo no sabía o lo enfocaba de otra manera. Hay profesionales de nivel y la universidad es acogedora, te ayuda, te invita a que estudies y aprendas”. José Jesús Rodríguez, abogado.
“El diplomado es una iniciativa de un grupo de amigos preocupados por lo mal que está regulada una materia jurídica y por conseguir gente a la que inculcarles esa preocupación para hacer algo. No es solamente dar clase por dar clase, o conocimiento por conocimiento, sino la idea de impartir conocimiento y discutir para tratar de generar cambio. La universidad nos dio una estupenda acogida y los alumnos fueron extraordinariamente receptivos. Creo que esta experiencia ha sido solamente positiva y ojalá se repita muchas veces”, aseguró el profesor Jorge Kiriakidis.
“El derecho inmobiliario vive tiempos de gran dificultad, en virtud de la gran dispersión normativa y sentencias muy novedosas y a veces contradictorias que atentan contra la seguridad jurídica. Son tiempos definitivamente caracterizados por mucha adversidad para cualquier abogado dedicado al ejercicio profesional o inclusive a la actividad académica de investigación abstracta más pura. Sin embargo, las crisis son momentos que sacan lo mejor y lo peor de las personas y en este diplomado, pues, todas las personas que han cursado y que nos hemos involucrado en la consecución de este objetivo, hemos visto cómo los cursantes han sacado lo mejor de sí”, expresó el profesor Luis Rodolfo Herrera.
“Creo que fue una experiencia sumamente valiosa, amén de tratar de consolidar una especialidad que ya de por sí lo ha sido pero que nunca había tenido espacio en una universidad de altura como esta”, dijo la profesora Teresa Borges.