Simón Rodríguez fue un educador innovador, con ideas pedagógicas que iban a contracorriente para la época. La Lección Inaugural de la Facultad de Ciencias de la Educación para el año académico 2024-2025 se tituló “Encuentro con Simón Rodríguez” y permitió reflexionar sobre su legado en la historia y la educación de Venezuela.
“La leyenda a veces es siempre más bella que la verdad”, afirmó el profesor Vicente Villavicencio personificando a Simón Rodríguez durante la lectura dramatizada de un texto escrito por Alicia Álamo Bartolomé que antecedió a la lección, el cual va de una entrevista con el reconocido maestro, quien desde el más allá conversa con Luisa, una periodista, y Carolina, una estudiante de Comunicación Social.
La lectura dramatizada, en la que también participaron la profesora Anisbel Trompiz y la alumna Alejandra Aguilera de la Facultad de Ciencias de la Comunicación e Información, sintetiza el misterio que envuelve la vida del reconocido profesor del Libertador.
“Yo creo que sobre Simón Rodríguez hay una nube, un enjambre de mitos y leyendas. Y el trabajo del historiador no es la saga, no es la leyenda y no son los mitos. El trabajo nuestro es ver dónde está la verdad de los hechos”, expresó en un mismo sentido el Dr. Rafael Arráiz Lucca, quien fue el orador principal del encuentro.
El destacado ensayista e Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua, resaltó algunos trabajos que muestran varios matices sobre la vida de Simón Rodríguez para intentar dilucidar su figura.
Gracias a los trabajos La formación intelectual del Libertador de Manuel Pérez Vila y La educación de Bolívar de Gustavo Adolfo Ruiz hoy se ha desmitificado que Rodríguez haya sido maestro a domicilio de Bolívar: se encontraron en las aulas de la Escuela de Primeras Letras de Caracas entre 1793 y 1795. En aquel entonces, Bolívar estuvo en la escuela desde los 10 hasta los 12 años, por lo que Rodríguez no fue responsable de enseñarle a leer y escribir -otro gran mito en torno a su relación pedagógica con el Libertador-.
“Rodríguez fue el psicoterapeuta de Bolívar sin saberlo”, comentó Arráiz Lucca haciendo alusión a la tesis de Moisés Feldman en su libro Las crisis psicológicas de Simón Bolívar. Según contó el historiador, el maestro fue un guía valioso para el Libertador durante una infancia más bien desgraciada. Un episodio conocido de este periodo fue cuando Bolívar escapa de su casa y vive un tiempo con Rodríguez.
El historiador señaló que más adelante, cuando el Libertador enviudó, escribió una carta a Fanny du Villars en la que cuenta que buscó a su maestro en busca de consuelo y califica a Rodríguez como “el más sabio, el más virtuoso y sin que haya duda el más extraordinario que se pueda encontrar”. En ese mismo texto Bolívar revela que es Rodríguez quien lo salva del suicidio.
Otro de los grandes mitos en torno a la relación de Bolívar y Rodríguez es lo expresado en el Juramento del Monte Sacro en 1805. Según Arráiz Lucca, el texto que se conoce a día de hoy es una reconstrucción de Simón Rodríguez y no de Bolívar, pues la narración a la cual se cita es una versión referida a Manuel Uribe por el mismo Rodríguez alrededor de unos cuarenta años más tarde, en 1850.
“Tenía unas ideas pedagógicas verdaderamente a contracorriente, fuera de la caja, revolucionarias, en relación con la educación que se impartía en aquella época en la Caracas de entonces, y tenía una visión mucho más liberal”, apuntó Arráiz Lucca. “En el periodo colonial venezolano, si uno no demostraba limpieza de sangre, uno no podía estudiar, o sea, los estudios eran para los blancos criollos o los hijos de los blancos peninsulares. Rodríguez por supuesto se opone a esto”, concluyó.
Después de la ponencia del Dr. Arráiz Lucca, Claire Pérez de Scanonne, egresada de Educación de la Universidad Monteávila, autora del libro “Educar con sencillez” y creadora del blog “Hablemos sobre familia”, dio su testimonio como educadora y algunas recomendaciones para sacar provecho de la experiencia universitaria y la vocación docente.