Cecilio Acosta fue miembro de la Academia de la Lengua, un “escritor sin libros” y un comprometido por la vida pública en Venezuela, si bien no desde un ámbito gubernamental. En la tercera sesión del Ciclo de Conferencias de Grandes Maestros Venezolanos tuvimos el “Encuentro con Cecilio Acosta” junto al doctor Ángel Lombardi, historiador y analista político.
Lombardi relató algunos aspectos sobre la figura, el pensamiento y la vida de Acosta durante la conferencia.
“La preocupación por la historia política venezolana tiene mucha importancia en el pensamiento de Acosta y en la historia intelectual venezolana: indica que existía un grupo de hombres preocupados por contribuir desde la educación y la cultura para crear República”, afirmó el también profesor de la Universidad del Zulia.
El ponente detalló que el tiempo de Acosta es de gran relevancia para entender mejor su obra e ideas: el maestro nació en 1818, un año que coincide con los sucesos de la Guerra de Independencia de Venezuela. Esta época intensa no fue la única en la que vivió, ya que también experimentó los gobiernos de Páez y los hermanos Monagas, la Guerra Federal y el primer período presidencial de Guzmán Blanco.
“Fue un hombre que a pesar de que no tuvo una actuación política directa opinó de manera muy pertinente y muy valiente, con mucho coraje y con mucha lucidez, sobre todos los gobiernos que le tocó vivir”, explicó Lombardi. Según el analista, las críticas de Acosta fueron realizadas con un lenguaje de mucha altura y profundidad.
“Cuando uno lee a Cecilio Acosta se da cuenta de la solidez y la amplitud de sus conocimientos. Es un ejemplo de cómo se puede ser ilustrado porque se tiene la disciplina para estudiar”, comentó Lombardi.
Otra característica notable del humanista venezolano es su visión cosmopolita. Acosta era lector en francés, en inglés, en italiano y castellano, y tenía una formación consciente sobre lo que pasaba en el resto del mundo, a pesar de no haber salido nunca de Venezuela. Las lecturas que hizo de periódicos extranjeros le permitieron conocer ideas más allá del territorio nacional.
“Difundir las luces” es una de las premisas fundamentales de las ideas educativas de Cecilio Acosta. El doctor Lombardi señaló que para el maestro venezolano esto se remite a la educación generalizada, empezando por la alfabetización y después la educación básica.
Fue en 1883 que la educación primaria obligatoria se convirtió en ley, bajo mandato de Guzmán Blanco. Sin embargo, no sería hasta el siglo XX que esto alcanzara una verdadera ejecución. Por ello, Lombardi invitó a la reflexión sobre la relevancia de las ideas conjuntas de una época sobre la educación, como las que vivió Acosta, son programas y procesos de desarrollo social para un país.
Como en las sesiones previas, antes del inicio de la conferencia se interpretó una lectura dramatizada de un texto escrito por Alicia Álamo Bartolomé. En esta oportunidad, los profesores Gabriel Gutiérrez y Résmil Chacón fueron los responsables de la actuación.
Yeny Da Silva, de la Universidad Metropolitana, también nos compartió su experiencia como educadora tras la conferencia del doctor Lombardi.