“Bello es un personaje que está en permanente crecimiento, en permanente posibilidad de ser conocido. Para cualquier educador la posibilidad de aprender la significación de Andrés Bello representa un elemento de inspiración, pero también de esperanza, de que el conocimiento siempre está en construcción y siempre hay posibilidad de nuevos aportes”, afirmó la Dra. Inés Quintero en la conferencia “Encuentro con Andrés Bello”, segunda sesión del Ciclo de Conferencias de Grandes Maestros Venezolanos, cuyo objetivo es reflexionar sobre el impacto de ilustres educadores en las personas y el entorno de su época.
Aunque Andrés Bello tiene poca presencia en la historia de Venezuela, fue uno de los maestros de Simón Bolívar y se convirtió en un hombre de visión hispanoamericana, logrando ser considerado como un referente humanístico en la región.
La doctora Quintero explicó que a Bello le correspondió vivir el período de independencia de Venezuela, pero en 1810 se marcha a Inglaterra para seguir formándose en sus estudios. Tiempo después se iría a Chile, lo que terminó por generar cierto vacío en torno a su figura. No será hasta el siglo XX, a propósito del bicentenario de su nacimiento, que aparece más de él y sus aportes en los registros históricos venezolanos, si bien están referidos principalmente al ámbito académico y universitario.
A pesar de que cuando se marchó más nunca regresó al país, él “vivió permanentemente la nostalgia de Venezuela”, algo visible tanto en su correspondencia como en su producción intelectual.
Según Quintero hay tres cosas fundamentales en el esfuerzo de Bello que no son accidentales: el cuidado del idioma, las leyes y la educación, áreas que él consideraba inseparables.
“Para Bello si el idioma, la gramática y el lenguaje no están bien utilizados las leyes no dicen lo que tienen que decir. Por lo tanto hay una relación directa entre la buena escritura y la gramática con la elaboración de las leyes”, apuntó la ponente. “Y esas leyes bien escritas deben ser difundidas a través del recurso educativo. No es casual, entonces, que Bello haya sido rector fundador de la Universidad de Chile”, añadió.
Otro aspecto que resaltó Quintero es que Bello consideraba que la integración era el idioma, la posibilidad de las personas de identificarse y de tener recursos de identidad a través de él. En este sentido, la historiadora considera que el legado del maestro venezolano se centra en haber identificado al idioma como fuente de identidad e integración del latinoamericano.
En la conferencia también fue realizada una dramatización por el profesor Jaime Feliú de la Facultad de Ciencias de la Educación, en la que se exaltaron diferentes características de Bello y relataron episodios importantes de su vida y obra.
Algunas de las preguntas realizadas en la sesión de preguntas y respuestas incluyeron qué tomar de la figura de Andrés Bello como inspiración para el ejercicio de la docencia y el por qué se ha opacado su figura frente a otros maestros como Simón Rodríguez. Al respecto, Quintero mencionó que Bello no se caracterizó por ser profesor del Libertador, sino por su pensamiento humanista, el cual estuvo alejado del proceso independentista y se centró en Hispanoamérica.
El encuentro finalizó con la participación de Antonietta Lazzari, egresada de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Monteávila, quien contó su experiencia y paso por la universidad.