“El Metaverso puede servir para muchas cosas y uno de los usos más importantes es el del área de la educación”, afirmó José Antonio Torres, director de la empresa Tecnología Financiera y ponente invitado de la conferencia “El Metaverso: todo lo que necesitas saber”, organizada por la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.
Torres describió que en el Metaverso personas de diferentes partes del mundo se encuentran en el mismo espacio virtual, en el que un profesor puede -por ejemplo- dar clases desde Francia en francés y el resto de los usuarios escuchar la lección en su idioma natal gracias a la traducción instantánea que ofrece el mundo simulado.
Engage Link es uno de los metaversos que explora este potencial educativo, dado que ofrece acceso a diferentes clases grabadas. Torres comentó que la Universidad Stanford y la Universidad de Oxford ya hacen uso de Engage Link para simular sus aulas de clase.
“Se prevé que en los próximos 10, 15 años, gran parte de nuestra vida va a ser en el Metaverso”, afirmó Torres. Aunque el Metaverso pareciera dictar el rumbo de nuestro futuro inmediato, realmente se trata de una tecnología con más de veinte años de vigencia.
El ponente explicó que el concepto de Metaverso fue acuñado en el libro Snow Crash de Neal Stephenson, publicado en 1992. Diez años más tarde iniciaría la aparición de los primeros metaversos, donde Second Life sería uno de los principales precursores en los ambientes simulados virtuales.
Desde entonces, los metaversos pueden clasificarse como planos o inmersivos. Sobre los últimos, Torres indicó que “sustituyen esta realidad por otra realidad y lo 3D realmente se percibe como tres dimensiones”. La experiencia inmersiva es posible con el uso de un casco de realidad virtual, también común a cierto tipo de videojuegos.
El invitado describió que las posibilidades para el usuario en el metaverso inmersivo son muy variadas. Entre ellas se encuentra la facilidad de customización del espacio virtual y los avatares que lo exploran, así como la compra de ropa o terrenos.
De igual forma, Torres detalló que la existencia de las formas de pago dentro del Metaverso introduce la economía dentro del mundo simulado. Expuso que a través de criptomonedas puede adquirirse el dinero dentro de los espacios simulados, y que servicios de atención al cliente, así como la estructura de los centros comerciales, son replicados.
“La mayoría de las compañías grandes del mundo a nivel comercial han exponenciado poderosamente el presupuesto del Metaverso”, señaló Torres. “Gran parte de los negocios del mundo construirán sus empresas en el Metaverso”, agregó.
Entre las limitaciones y dificultades que supone esta tecnología, Torres expresó que a nivel técnico el correcto funcionamiento del Metaverso es exigente con los equipos, por lo que se necesita contar tanto con una memoria RAM como una tarjeta gráfica potentes. Asimismo, mencionó que el escape de la realidad que implica el sumergirse en el Metaverso trae una serie de problemas desde el punto de vista social. Por último, en materia legislativa todavía hace falta discutir cómo enfrentar los delitos que ocurran dentro del Metaverso, instaurar lo que Torres denominó el “metaderecho”.
El ritmo vertiginoso de los avances tecnológicos ya es parte de la cotidianidad. Para Torres, se trata de una fase exponencial ante la cual la mejor protección consiste en estar educado. “Todos, independientemente de la profesión, necesitan como ciudadanos, y como ciudadanos informados y educados, tener conocimientos mínimos sobre tecnología de manera general para opinar, regular, fiscalizar, promover y no permitir que otros actores peor informados que nosotros tomen decisiones interesadas que nos van a afectar a nosotros, nuestros hijos y los hijos de sus hijos”.
