Constando de cuatro partes que abarcaron técnicas de representación gráfica, prácticas creativas, proyectos bidimensionales y pensamiento artístico, la primera edición del Taller preparatorio a las artes visuales llegó a su fin.
Ya sea por un gusto por el arte, la búsqueda de nuevas experiencias o la oportunidad de experimentar con nuevas técnicas en el ámbito artístico, el taller permitió que sus participantes tuvieran contacto con diferentes perspectivas y una formación directa con profesores artistas, aproximándolos a una visión profesional de las artes visuales.
El curso teórico práctico, de un total de 22 horas académicas, es una iniciativa de la Universidad Monteávila y el Centro de Artes Integradas. Aquellos que lo completaron tendrán la posibilidad de convalidar partes de su contenido en el Programa de Formación Inicial en Artes Visuales.
“Hemos podido ver que los estudiantes asumieron los distintos roles de la profesión del artista. Porque el artista debe aprender técnicas, pero también debe ser creativo”, afirmó María de la Trinidad Itriago, directora ejecutiva del Centro de Artes Integradas.
“Esperamos continuar con esta iniciativa, poder darle una opción a los jóvenes creativos de Venezuela que quieran ser artistas plásticos”, añadió.
Los trabajos finales del taller fueron presentados a modo de exposición desde el 19 de enero hasta el 2 de febrero. Cada uno de los estudiantes presentó un total de cuatro obras, que fueron realizadas a lo largo del curso.
“Mi consigna terminó siendo siempre espacios en los que estaba. De cierta forma todo tiene que ver tanto conmigo como cosas que suceden en mi mente y espacios en los que me encuentro”, explicó Sabrina Sepúlveda sobre sus creaciones.
Para Karin Yahoudi su exposición se enfocó en el sentimiento de querer aprovechar el momento que se vive actualmente y el no saber qué puede deparar el mañana.
“Yo planteé esto como un paso de esta humanidad a ser perro en el sentido de qué pasa cuando ya empiece a ladrar en lugar de hablar. Qué pasa cuando ya no me puedo expresar, cuando ya no puedo decir las cosas que tengo para decir, si la gente me va a entender lo que yo estoy diciendo, si la gente va a ver el mundo como yo lo veo”, dijo.
Los participantes también nos compartieron sus experiencias en el taller como tal.
“(Lo que más me gustó fue que) me sacó de mi zona de confort. Me obligó a hacer cosas que no tenía pensado hacer, a lograr resultados que no tenía pensado”.
-María Fernanda Fernández
“Me gustó esa posibilidad de libertad que estaba implicada al momento de crear, de todos los procesos. Si bien se nos daban ciertas pautas y cosas, siempre había algo muy íntimo y muy personal al momento de crear cada uno su obra”.
-Diego Tovar
“He pasado por todas las ramas del arte y quería retomar un poco dibujar, experimentar más manualmente que digital. Me gustó compartir con gente que va por el mismo camino que yo, elaborar las obras y conocer a los profesores que también te dan ese impulso a mejorar y a entender muchas cosas”
-Yel’gzier Sánchez