Eilyn Gutiérrez es dirigente comunitaria del Barrio San Blas de Petare sur, donde barre calles creyendo en el poder de la escoba, pinta murales y asiste a los jóvenes. Omaira Montero es dirigente política y concejal del municipio Libertador, vinculada con el partido Un Nuevo Tiempo, y se presenta a sí misma como católica, apostólica y venezolana.
Para Eilyn ser una mujer agente de cambio es dar un giro de 180°, es una transformación total que la hace sentirse en gratificación consigo misma. Para Omaira es desempeñar un papel activo en el impulso de transformaciones positivas en su entorno, principalmente en esas comunidades vulnerables que necesitan una guía para conseguir un cambio en su vida.
Ambas podrían ser reflejo de la otra en un espejo en cierta forma. Son mujeres comprometidas al servicio con los demás: Eilyn en su comunidad en el municipio Sucre, edo. Miranda; Omaira en el municipio Libertador en Caracas. Las dos se capacitaron para ser agentes de cambio en los diplomados conjuntos de la Universidad Monteávila y Mujer y Ciudadanía, y son líderes activas que creen en el desarrollo del país.
Estudiar en una universidad siempre ha sido un sueño para Eilyn, por eso aprovecha cada oportunidad que tiene para cursar un nuevo diplomado en la Monteávila. Antes de su paso por la universidad, Eilyn gagueaba, no podía hablar con soltura con los demás ni usaba las proposiciones para unir sus oraciones. Ahora se fija en esas “cosas que tú ves que son mínimas pero que son grandes” y escoge sus palabras con cuidado.
A día de hoy, cuando se presenta, Omaira añade con orgullo que es líder comunitaria, algo que antes le daba pena y que atribuía a su ego. En el diplomado descubrió que debía abrazar la etiqueta sin tapujos. Para Omaira, la conexión que ha logrado con Mujer y Ciudadanía, la Monteávila y sus formaciones son de gran valor. Las ve como una capacitación adicional para las mujeres de su comunidad, aspecto que considera clave para su desarrollo y el cambio necesario del tejido social del país.
La Universidad Monteávila piensa en Eilyn y Omaira, en su formación y capacidad de transformación como mujeres agentes de cambio.