Trujillano, destacado ensayista, Premio Nacional de Literatura y responsable de acuñar el término “pitiyanqui”: estas son sólo algunas de las facetas de Mario Briceño Iragorry, historiador, escritor y diplomático referente para Venezuela. Pese a que su pensamiento y obra siguen teniendo una gran vigencia en el país, muchos en la actualidad todavía lo desconocen.
En el conversatorio “‘Mensaje sin destino’ a ‘Los Riberas’ de Mario Briceño Iragorry”, realizado en el Auditorio Principal de la Universidad Monteávila, presentamos más sobre la vida y el trabajo de este personaje. Beatriz Briceño Picón, hija menor de Briceño Iragorry y directora ejecutiva de la Fundación Mario Briceño Iragorry, fue la ponente principal invitada.
Briceño Picón explicó que a lo largo de la obra de su padre es posible observar un realce a la identificación de lo que significa ser venezolano, así como un pensamiento que se adaptaba a la realidad del momento.
En 1951, Mario Briceño Iragorry habló de una “crisis de pueblo” para referirse a la situación venezolana. Su ensayo “Mensaje sin destino” es la muestra e interpretación del autor al respecto.
Briceño Picón indicó que en la actualidad esa crisis está más acentuada, por lo que para hacerle frente “tenemos que recuperar nuestras armas en el buen sentido”, es decir, armas de carácter espiritual, cultural e histórico.
“La forma de nosotros proyectar el futuro es sabiendo reconocer nuestro pasado”, afirmó Briceño Picón al hablar sobre la importancia de revisitar el pensamiento de Briceño Iragorry.
En una antigua entrevista en video proyectada durante el conversatorio, Briceño Picón comentó que, en contraparte, el “Mensaje con destino” de su padre es mantener el respeto a la dignidad de la persona.
Uno de los mayores aportes de Mario Briceño Iragorry fue la creación de la cátedra “Análisis del proceso histórico venezolano (1498-1930)”. En su ponencia, Briceño Picón no sólo señaló que todavía permanece vigente, sino que Briceño Iragorry se empeñó, desde su implementación, en plasmar la cátedra a lo largo de su obra.
Así mismo, el profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Miguel Ángel Galíndez, recalcó que es importante poner en relieve la participación política y la vocación religiosa que Briceño Iragorry mantuvo en vida. “El gran llamado que nos sigue haciendo Don Mario Briceño Iragorry es a concluir un papel civil, donde todos nosotros, los ciudadanos de a pie, podamos dedicar un país para todos, para la gente”, dijo.
Para Briceño Picón el preservar y promover la memoria y el legado histórico, espiritual y cultural que representa para el país el trabajo de su padre es responsabilidad de todos, y por ello es necesario difundirlo, especialmente en entornos académicos. “Realmente él representa el devenir de nuestra cultura”, apuntó.