¿Te imaginas formando parte de un proyecto intercultural de aprendizaje colaborativo en línea? Pues eso es lo que vivieron un grupo de estudiantes de la Universidad Monteávila y la Universidad Internacional de Catalunya (UIC) durante seis semanas.
La metodología COIL aprovecha la tecnología para conectar a estudiantes y profesores de diferentes países que estudian un tema en común desde una mirada interdisciplinaria. En este caso, la asignatura fue impulsada por la Coordinación de Relaciones Internacionales y ejecutada por la Especialización en Planificación, Desarrollo y Gestión de Proyectos, en colaboración con la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y el Máster en Tecnología y Producción Industrial de la UIC.
Kayawarma Rodríguez fue una de los 42 alumnos que participaron en esta aventura intercultural de aprendizaje colaborativo en línea. Desde el primer momento se sintió emocionada por la oportunidad de trabajar con personas de diferentes culturas y áreas de conocimiento en un proyecto común.
Una de las cosas más interesantes del aula COIL es que te brinda la oportunidad de abordar una temática en común desde diferentes perspectivas, lo que te permite aprender de otras formas de pensamiento y culturas. Esto significa que te enfrentas a nuevos desafíos y aprendes a trabajar de manera efectiva en equipo, incluso cuando enfrentan barreras idiomáticas y de comunicación.
También te da la oportunidad de desarrollar habilidades interdisciplinarias, interculturales e internacionales. Piensa que estás estudiando Gestión de Proyectos en la UMA y que te toca trabajar con un estudiante de Ingeniería de la UIC. Juntos, deben encontrar una forma de trasladar la planta Janicki Omni Processor (JOP) desde Seattle hasta Dakar, lo que implica una planificación y coordinación minuciosa.
Ronald Arzuza, otro de los participantes, contó que a pesar de los desafíos técnicos del proyecto y aprender a trabajar en equipo con personas que están al otro lado del mundo con otra perspectiva del conocimiento, a medida que avanzas en el proyecto, te das cuenta de que esta diversidad también te brinda una perspectiva más amplia y enriquecedora sobre cómo abordar los desafíos de manera interdisciplinar, lo que te prepara para enfrentar desafíos similares en el mundo laboral.
Imagínate, estudiantes de Caracas trabajando con compañeros en España de origen italiano, que se encuentran allí gracias a un programa de intercambio. A pesar de las diferencias en horarios y herramientas de trabajo, todos se unieron para lograr un mejor resultado con una visión más amplia, y llevar a cabo el proyecto de manera exitosa. Sin lugar a dudas una experiencia que saca a cualquier persona de su zona de confort pero que también le brinda una gran satisfacción cuando luego de un mes y medio logras alcanzar esa meta con tu equipo.
Pero no se trata solo de desarrollar habilidades y competencias interculturales e internacionales. También es una oportunidad para hacer nuevos amigos y conectar con personas de diferentes partes del mundo. A través de la comunicación en línea, puedes compartir tus experiencias. Es una oportunidad enriquecedora que te conecta con el mundo de una manera única.
“El trabajo conjunto con nuestros colegas venezolanos nos ha permitido tener una visión diferente de todas las fases de la gestión de proyecto y de los retos logísticos que conlleva. Sopesando los compromisos y las dificultades encontradas, creo que esta experiencia puede habernos dado una idea de lo que significa aprender de las diferencias y renunciar al interés propio en favor del equipo en su conjunto, desarrollando competencias como la comprensión y la comunicación eficaz. La duración relativamente corta del proyecto y su estructura modular resultaron ser obstáculos tan difíciles como desafiantes, pero a menudo es de la falta de puntos de referencia de donde surgen las conclusiones más sensacionales y sorprendentes, y ésta es probablemente una de las lecciones más importantes que saco”.
Alessandro Viscione, participante del aula COIL desde la Universidad Internacional de Catalunya.
“Los proyectos de COIL también requieren trabajo en equipo y colaboración a través de las fronteras de cualquier país que se desdibujan gracias a la tecnología. Esto a menudo presentaba desafíos, como diferentes zonas horarias y estilos de trabajo, así como posibles barreras idiomáticas. Sin embargo, a través de estos desafíos, aprendí a manejar conflictos y a trabajar de manera efectiva con los miembros de mi equipo para lograr objetivos comunes”.
Alice Fink-Jensen, participante del aula COIL desde la Universidad Internacional de Catalunya.