Tiene una amplia experiencia gerencial con marcas de bienes de consumo, automotrices y nutrición animal. A lo largo de su trayectoria profesional trabajó en empresas como L’Oreal, Mattel, Cargill y Mitsubishi. Es fundador y Director de Operaciones de Greenpeak S.A., empresa basada en Panamá encargada de la marca Nevada Salud y Belleza desde el año 2018. Luis Eduardo es egresado de la segunda promoción de Ciencias Administrativas (2005) y magíster en Gerencia de Mercadeo.
Mi papá ha sido una persona clave en mi vida, él se sentó conmigo y con mis hermanas para guiarnos en lo que queríamos estudiar. Recuerdo que él revisaba con nosotros el libro del CNU y nos leía las distintas carreras por las que nos sentíamos atraídos. En mi caso tenía una carrera entre ceja y ceja… Y era Ingeniería Mecánica. Soy amante de los carros, tengo una pasión muy grande por ellos y me fascinaban a tal punto que siempre soñé trabajar en una empresa ensambladora. Lo logré al trabajar en Mitsubishi Motors en Venezuela, la cual se llamaba comercialmente MMC Automotriz SA. Pero la guía de mi papá fue tan clave que él me demostró que esa carrera no era para mí, ya que no se alineaba con mis gustos, pues yo tenía mucha confusión sobre lo que abarcaba. Me habló de Administración y la amplitud de lo que me ofrecía a nivel profesional y fue así que me enfoqué en estudiarla. Hoy disfruto mucho ser administrador. Luego completé mi formación con un postgrado de Gerencia de Mercadeo en la Unimet
La idea de ser emprendedor me daba mucho miedo. Sentía -por personas que conozco- que crecer en grandes corporaciones te daba estabilidad, te aseguraba un buen ingreso y además te daba ese alimento al ego que como ser humano uno desea. La verdad mi carrera se fue dando un poco con las oportunidades de trabajo que se iban concretando y los crecimientos escalonados que todas me iban ofreciendo.
Hoy en día reconozco que los distintos cambios de trabajo y de sectores que hice a lo largo de los años eran una simple inconformidad con lo que hacía, nada me gustaba sinceramente y el trabajar en grandes marcas no me generaba mucho interés. Luego de varios meses de salir de L’Oreal Panamá, por reducción de personal, me animé a aceptar la invitación de Alejandro, mi socio, a iniciarme en el mundo del emprendimiento y no me arrepiento. Amo mi trabajo y estoy fascinado con mi empresa, donde construyo junto a ella mi propio nombre y ayudo a cientos de familias a ser felices y prósperas.
Fundé Greenpeak SA con Alejandro, quien también es un amigo del colegio, en abril de 2018. La empresa maneja una línea de productos de belleza que lleva el nombre de Nevada Salud y Belleza y son comercializados en unas tiendas propias que llevan el mismo nombre de la línea de productos.
Nevada Salud y Belleza es una marca de origen panameño que únicamente se comercializaba en Colón, una zona franca en Panamá llamada Zona Libre en el Caribe panameño. Llegaba a los clientes de manera detallada en tiendas por departamento del país. La marca también es exportada desde Panamá a distintos países de la región donde se incluye Centroamérica, el Caribe y Suramérica, donde Venezuela es uno de los mercados.
Alejandro, mi socio, me invita a participar en un proyecto que él visualizó al conocer la marca. La idea era enfocarnos en generar la misma experiencia que los clientes locales panameños tenían al ir a Colón, ubicada a una hora de la Ciudad de Panamá, para comprar los productos de Nevada.
Nuestro negocio estaba enfocado en construir tiendas en el territorio nacional ofreciendo el 100% de la variedad de productos que se vendían en Colón, dándole así cercanía de la marca a los clientes, ofreciendo una mejor calidad de vida y una buena experiencia de compra. Hoy en día contamos con el manejo exclusivo de la marca Nevada Salud y Belleza en Panamá y tenemos 7 tiendas operativas y 100 colaboradores que nos apoyan en llevar la operación de nuestra empresa.
Esta historia se parece un poco a mi decisión de escoger en qué universidad estudiar, ya que en ese momento uno evalúa los caminos que la vida te pone. Por ejemplo, arrancar algo nuevo tiene muchos riesgos, te genera muchos temores y dudas. La Monteávila fue en parte eso. Soy egresado de la segunda promoción y en aquel entonces la UMA era una universidad nueva, prometía ser grande pero todavía no lo era. Hoy sin duda sé que no me equivoqué.
La Monteávila es una gran escuela llena de valores éticos y morales que hicieron de mí un ser humano honesto, que busca crecer con medios propios y haciendo las cosas bien. Además, el enfoque que tiene la carrera de Ciencias Administrativas, al darte las dos visiones (financiera y gerencial), te hace un profesional más completo desde el inicio.
Nevada (Greenpeak S.A.) fue una apuesta similar: fue emprender en algo propio con una marca que prometía, pero que al final no la conocíamos. Había un riesgo de que las personas quisieran seguir viajando a la Zona Libre a comprar y los resultados han sido maravillosos. Sin duda mi socio y yo tampoco nos equivocamos.
He tenido una carrera llena de retos espectaculares, marcas poderosas y trasnacionales exitosas. Todas y cada una de ellas le dieron a mi formación un grano de arena para ayudarme a convertirme en el ser humano y profesional que soy hoy. La universidad, los trabajos y la vida en sí te preparan, te dan las herramientas que junto a la experiencia ganada te guían tus pasos. Algunas veces las decisiones te llevan a extremos que dan muchas angustias, pero hoy te puedo decir que no me arrepiento de haber tomado ninguna de ellas y participar en todas.
Hoy veo reflejadas todas esas experiencias en el día a día en mi compañía, pues todo o su gran mayoría lo aplico en mis tareas diarias. Sin duda L’Oreal es la que me dio más experiencia en el tema de belleza, pero las otras empresas me dieron temas de manejo de personal, creatividad para las ventas, conocimiento en mercadeo y manejo de las relaciones profesionales, que para mí es lo más importante.
La verdad soy bastante tímido, aparecer en revistas o hablar ante un público no son lo más común en mí, pero compartir mi experiencia como egresado de la UMA ha sido muy agradable, realmente agradezco el contacto y la deferencia conmigo.
Me encanta ver cómo ha crecido la universidad y que no ha perdido su esencia. Para mí era un lugar controlado, donde todos los estudiantes éramos un nombre, nos conocían y se preocupaban por cada uno de nosotros. A varios profesores los recuerdo con mucho cariño, entre ellos a Henrique Fernández, Paúl Leizaola y Pepe Rodríguez Iturbe. Ellos me marcaron profesionalmente y reconozco que hoy en día les recuerdo mucho en distintas experiencias de mi día a día. Yo amé mi universidad y la escogería 1.000 veces si nuevamente tuviera que hacerlo.
Actualmente tengo dos hijos maravillosos, María Ignacia que está pronto a cumplir 10 y Rodrigo Felipe que tiene 6 años, quienes me han hecho disfrutar a plenitud de la paternidad con mucha intensidad. A futuro, mi socio y yo tenemos planeado seguir creciendo en tiendas a nivel nacional y quién quita que pronto podamos comenzar a expandirnos fuera de Panamá.