El Derecho está presente en nuestra vida cotidiana: desde un bolso Zara y las publicaciones de un influencer en redes, hasta el partido de fútbol que vemos en la televisión.
El conversatorio “Propiedad Intelectual en la Economía Digital: un enfoque en NFTs, Deporte, Fast Fashion e Influencers” brindó la oportunidad a los egresados de la primera y segunda cohorte de la Especialización en Propiedad Intelectual de la Universidad Monteávila de resaltar la importancia de los derechos de propiedad intelectual en la moda, el deporte y el mundo digital.
“Nuestro compromiso sigue siendo que la Universidad Monteávila sea la casa de la propiedad intelectual junto con el resto de universidades que se dedican a difundir esta materia, para que este sea un espacio de encuentro, de llamar la atención de los órganos reguladores y legisladores a que trabajen en esa área legislativa que está tan necesitada”, aseguró Ricardo Antequera, director de la Especialización en Propiedad Intelectual.
A su vez, el evento sirvió de homenaje al espíritu luchador e ingenioso de Ricardo Antequera Parilli, quien en vida elaboró más de 200 trabajos y publicaciones enfocadas en la difusión del valor de los derechos de autor en distintos medios.
“Hoy nosotros estamos festejando el derecho de propiedad intelectual por la vivencia, por la identificación, porque lo sentimos. Porque es fácil tener algo, pero vivir algo y vivir la propiedad intelectual, o vivir como lo hizo Ricardo Antequera Parilli en toda esa amplia disciplina jurídica y ese espacio jurídico, además de transmitirlo, ya de por sí es un logro”, expresó Manuel Antonio Rodríguez, profesor de las asignaturas de Derecho de Autor, Derecho Conexo y Observancia de los Derechos Intelectuales en la Universidad Monteávila.
“Hay que luchar y hay que esforzarse sencillamente en buscar unos niveles mínimos de protección y de resguardo a los derechos de los autores, particulares, empresas; todo eso que se llama transversalización de la propiedad intelectual”, añadió.
La primera ponencia “Patrocinio, publicidad y Propiedad Intelectual ¿En qué se parecen la F1, FIFA y Miguel Cabrera?”, dictada por los especialistas David Acosta y Asdrúbal Gómez, destacó cómo la interacción y gestión de los derechos de propiedad intelectual y los intangibles son la base de los modelos de negocios en la industria deportiva.
Acosta y Gómez explicaron que la mayoría de los ingresos de los organizadores de eventos deportivos son obtenidos a través de la radiodifusión y las licencias de los derechos de transmisión. Este proceso hizo posible que más de 5000 millones de usuarios se conectaran para disfrutar del Mundial Qatar 2022.
Igualmente, la vitrina generada por estos espectadores es aprovechada por las marcas para realizar publicidad y patrocinio. “En el fútbol, en el béisbol y en la F1 todo se basa en los sponsors y lo que actualmente estamos llamando los partnerships, aquellos socios que no solamente tú pagas para que demuestren tu marca, sino que además hay una relación ganar-ganar”, afirmó Acosta. “La publicidad de patrocinio y los derechos de propiedad intelectual hacen un eje transversal en todo lo que es este negocio deportivo”, agregó.
Por su parte, las especialistas Clary Muñoz y Vanessa Navarro detallaron que el Derecho complementa a la moda en sus distintas aristas en su ponencia “Hablemos de Moda ¿Cómo convive la originalidad con el Fast Fashion?”.
Las ponentes explicaron que la indumentaria creada estará protegida como obra de derecho de autor siempre y cuando sea original. “La originalidad actúa como una diseñadora de modas porque viste a las ideas de una forma de expresión diferente”, comparó Muñoz. Adicionalmente, las especialistas advirtieron que en el mundo de la moda la denuncia de plagio es delicada, porque no todo diseño parecido a otro lo implica. Indicaron que la pregunta “¿Plagio o inspiración?” es una de debate típico en el medio, y por lo tanto la acusación de plagio debe ser comprobada por expertos.
Muñoz y Navarro concluyeron que la propiedad intelectual es una aliada de la industria de la moda, ya sea a través del derecho marcario, las patentes de invención, la protección y registro de las obras de artes aplicadas o los diseños industriales.
La ponencia “Qué tienen en común el mundo Crypto y los NFTs ¿Hola Blockchain?” dirigió la conversación hacia los avances tecnológicos. Las especialistas María de los Ángeles Niño y Gabriela D’Argento presentaron al Blockchain y a los NFTs como alternativas digitales para la protección de la propiedad intelectual.
Niño explicó que el Blockchain es una base de datos electrónica que respalda información de manera segura, y que puede hacer las veces de sistema de registro de las obras. “Satisface una necesidad emergente y viene a ser una opción alternativa ante los procesos burocráticos, lentos y costosos que muchas veces conllevan los registros oficiales. Es una herramienta más confiable y económica”, afirmó.
Por su parte, D’Argento expresó que el NFT es un código criptográfico único e insustituible que, de acuñar una obra original o los metadatos de la misma, se relaciona con los derechos de autor, ya que puede cumplir funciones relativas de certificado de autenticidad; prueba de paternidad; gestión de derechos patrimoniales de la obra; seguimiento de la particularidad de los derechos patrimoniales, y la gestión de pagos y regalías. Las especialistas recalcaron que al día de hoy todavía se está intentando comprender cómo funcionan realmente los NFTs, y en función de ello qué es lo que pueden aportar a la protección del derecho de autor y de la propiedad intelectual.
Por último, la ponencia “Conversemos sobre redes, marcas e influencers ¿Qué hemos aprendido?”, a cargo de los especialistas Guillermo Gibbon y Kathleen Barrios, invitó a los asistentes a cuestionarse cómo ha evolucionado el ser humano en cuanto las formas en que capta la atención de los consumidores.
Gibbon y Barrios comentaron que actualmente los medios y métodos de publicidad se han debido adaptar a las redes sociales, en especial después de la pandemia. “Desde el punto de vista legislativo, estas nuevas realidades han sido difíciles. No hay una legislación apropiada para los influencers”, señaló Gibbon, quien a su vez recordó que dicho oficio es novedoso y requiere de regulaciones, sobre todo por la protección de los consumidores.
“Es importante educar y sensibilizar sobre temas de propiedad intelectual dentro de las redes sociales, y cómo se maneja una marca dentro de ellas debe ser tan relevante como un contrato, no importa la extensión que tenga o las palabras técnicas que encuentres en él”, dijo Barrios.
Considerando el alcance de la propiedad intelectual en áreas tan diversas y su aporte en el desarrollo de la humanidad, vale la pena preguntarse, como José De Martín en sus palabras de cierre, ¿no será que hay alguna relación entre la propiedad intelectual e industrial y el progreso?
