¿De dónde vienen las ideas innovadoras? La “inspiración” encuentra su plataforma en el trabajo previo. La formación continua que prepara para entender y asumir retos, la comprensión de la relevancia de la unión de las personas en las comunidades y la participación en proyectos que aporten a la sociedad son base de la innovación, según Diana Escoda, experta en gerencia.
La Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas invitó a la especialista en el marco de un ciclo de conferencias destinadas a alumnos y profesores, que tienen como propósito formar a los administradores que demanda actualmente el mercado global. Un campo laboral competitivo y dinámico que impulsa a estos profesionales más allá de las barreras tradicionales de la administración de empresas.
Escoda, quien ocupó cargos de gerencia en Procter & Gamble y Coca Cola, explicó que la innovación consiste en la conexión de ideas, y que se fundamenta en las personas y su cultura. Para desarrollarla son claves tres elementos: actitudes, habilidades y conocimientos.
Las actitudes guardan relación con la dignidad, confianza y destrezas de las personas. En cuanto a las habilidades, tienen que ver con la manera como conectamos con los otros, cómo nos relacionamos, el interés por nuestros pares; mientras que el conocimiento se refiere al dominio del área en la que queremos innovar.
No hay innovación sin las personas y su cultura. Por ello, para Escoda esta capacidad de crear también está ligada a la curiosidad por conocer los puntos de vista distintos al original y a la observación, características inherentes al ser humano, pero que, a veces, no se ponen en práctica. Sugirió a los estudiantes que cuando vayan de la universidad a sus casas se tomen un tiempo para observar, para escuchar, es el ejercicio que hacen gerentes exitosos. “Innovar es atender, prestar atención, conectar con el otro, saber cuáles son sus necesidades”, afirmó.