Leer y correr | Idiosincrasia venezolana

Luisa Caruto.-

La protesta pací­fica es necesaria. Foto: Miguel Eduardo González

Correr es la actividad más saludable y liberadora. Los especialistas afirman que corriendo se obtiene una mejor calidad de vida, se puede lidiar con el estrés, se liberan endorfinas y cualquier otro beneficio para el cuerpo. ¿Quién tiene cabeza para estar hablando de estas nimiedades cuando el paí­s está sumergido en un caos que ha cobrado vidas de jóvenes, se propicia el odio y se vulneran los derechos ciudadanos?

Hay quienes aún siguen los entrenamientos tomando las previsiones del caso para cumplir su plan, han sido lo suficientemente discretos al no publicar en las redes sociales los logros de su dí­a. Por otro lado están los que se sienten abatidos por la situación y una forma de protesta es dejar de entrenar, son personas activas en las manifestaciones, los selfies publicados tienen como fondo banderas y gente mostrando su descontento por el gobierno.

En general entre los amantes del atletismo existe consternación y la mejor forma de expresarlo es como se sabe hacer, corriendo. El domingo 7 de mayo se realizó una ruta de 13 kilómetros en honor a las personas que han fallecido en las protestas y por la paz de Venezuela. Unos 1000 asistentes salieron del Parque Generalí­simo Francisco de Miranda (Parque del Este) para recorrer la avenida Francisco de Miranda y Rí­o de Janeiro. La vestimenta de la mayorí­a era de color negro, algunos llevaban la bandera nacional, mientras otros portaban carteles con mensajes de “Queremos paz”, “No más violencia”, “Basta de represión”.

También es importante considerar la posición de los organizadores de carreras. Ellos hacen un gran esfuerzo para montar eventos teniendo que lidiar con los desmedidos costos que genera una logí­stica así­ como con los permisos correspondientes, luego han tenido que ser responsables en postergarlo por no poder garantizar la seguridad de los corredores si se llegara a presentar una situación irregular. Tales son los casos del Ultra 55k Maratón Mérida, pautado para el 30 de abril; la IV Carrera Gatorade Maracaibo Rock 10k, para el 30 de abril; la Media Maratón Valencia, para el 21 de mayo; la carrera de montaña Fundación Santa Teresa Race 13k, para el 28 de mayo en el estado Aragua; la 8va edición Corre por tus Venas Carrera 10k, para el 25 de junio en Ciudad Guayana. La compañí­a Hipereventos tení­a planeada la carrera 5k Un Paso por el Autismo este 23 de abril en la ciudad de Caracas.

Ante la convulsionada situación del paí­s y en especial por las numerosas protestas durante el mes de abril, expreso mi reflexión que va más allá de la mera preocupación de ir a correr o no.

Entiendo que los venezolanos, inclusive los que conviven conmigo el mundo de las carreras, tienen formas distintas de pensar, obviamente estamos en un paí­s con una diversidad cultural que conduce a la pluralidad. Comparto la idea que estos últimos tiempos son determinantes para la democracia, no podemos permitir que nuestros derechos sean omitidos bajo la excusa de ser “personas violentas que pretenden incendiar al paí­s”, cuando lo esencial es expresar una inconformidad y llegar a un consenso.

La protesta es necesaria. En 1920 el Mahatma Gandhi indignado por las medidas represivas y las limitaciones de la libertad de prensa por parte del imperio británico incitó a su pueblo a la desobediencia civil, la cual consistí­a en la “no cooperación” (satyagraha) y el “boicot” (hartal) a las empresas británicas, obteniendo como resultado, muchos años después, la independencia de la India. Ese es el camino a seguir, se debe tener el máximo de resistencia posible sin llegar a la desesperación, la solución a esta crisis no es inmediata. A pesar de lo injusta que sea la circunstancia, la perseverancia conduce a un resultado.

Las distintas manifestaciones han demostrado nuestra idiosincrasia. Se han conocido personas por sus valientes acciones: la señora de edad avanzada delante de la tanqueta, el muchacho con un violí­n entre un bombardeo de gases lacrimógenos, corredores haciendo distancias bajo una consigna de paz. Debe existir mucha creatividad para protestar, nosotros la tenemos.

Sostengo la idea que este nivel de degeneración social alcanzado es debido a nuestra irresponsabilidad. Son más que acertadas las palabras del profesor Joaquí­n Rodrí­guez,  en la entrevista hecha por Orlando Abreu publicada en Pluma el 5 de mayo: “Nos fuimos acostumbrando a ese paí­s de las oportunidades, pero no entendidas como fruto del esfuerzo y el trabajo, sino de unas circunstancias más bien azarosas”. Ejemplo peculiar del “estigma del oportunismo” está en quienes se ufanan al portar una medalla al final de una carrera a sabiendas que no hizo el recorrido completo.

Debemos cambiar ese pensamiento, hay que convertir el trabajo y el estudio en nuestro norte. “Es vital que recuperemos el sentido del trabajo y con este también recuperar el sentido del orden, de la convivencia, del saber que un paí­s se construye con el esfuerzo transformador de los recursos que se nos han dado”.

Los venezolanos tenemos una especial creatividad para manifestar, esa misma fuerza debe ser utilizada para trabajar, sin dejar ni un instante el hecho de estudiar para ser crí­tico y reflexivo.

Mientras, en esta coyuntura, los corredores dejamos de lado nuestro estilo de vida, nos convertimos en ciudadanos que merecemos un paí­s grande y la mejor forma de expresarlo son con muchos kilómetros en nombre de los caí­dos, de la patria y la libertad.

* Luisa Caruto es coordinadora de la Biblioteca UMA.

* Miguel Eduardo González es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.

2 comentarios en “Leer y correr | Idiosincrasia venezolana

  1. Excelente. Solo una pequeña corrección: Satyagraha no significa “no cooperación”, sino la mezcla de las formas de lucha no violentas con los objetivos apegados a la verdad moral, al Bien.

    1. Es cierto. Gandhi combino los términos “Satya” que significa “Verdad” y “Agraha” que es “Insistencia”. Lo tomó para fijar su punto de vista en la no cooperación sin utilizar la violencia.

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